La NBA pospuso otro par de partidos por problemas de rastreos de contactos por COVID-19: el del lunes en Dallas entre los Mavericks y los Pelicans de Nueva Orleáns, así como el del martes en Chicago entre los Bulls y los Celtics de Boston.
Las postergaciones se dan a conocer un día después que el partido de Miami en Boston no se disputó por el rastreo de contactos en las filas del Heat. Ese iba a ser un partido en el que los Celtics iban a salir con tan solo ocho jugadores disponibles — luego que siete fueron descartados bajo los protocolos sanitarios para competir en medio de la pandemia.
Los duelos Mavericks-Pelicans y Bulls-Celtics elevan a cuatro la cifra de partidos pospuestos esta campaña debido al virus. El Heat debe enfrentar a Filadelfia el martes, pero permanecía el lunes en su hotel de Boston, sin saber cuáles serían sus siguientes pasos.
Dallas no disponía de suficientes jugadores para presentarse el lunes debido a que el proceso de rastreo de contactos seguía en curso, dijo una persona con conocimiento de la situación. La persona habló con The Associated Press bajo la condición de no ser identificada debido a que la situación no ha sido difundida por la liga o el equipo.
“Caramba”, tuiteó el escolta de los Pelicans Josh Hart.
A la noche del domingo, cuatro jugadores de Dallas estaban en la lista de protocolos. Maxi Kleber fue el último en ser incluido.
Los titulares Josh Richardson y Dorian Finney-Smith y el suplente Jalen Brunson ya habían sido descartados. Los tres se habían quedado en Denver tras una victoria sobre los Nuggets el jueves y se perdieron la victoria en casa ante Orlando el sábado. El otro partido, aparte del Boston-Miami el domingo, en ser pospuesto fue el del 23 de diciembre entre Oklahoma City y Houston.
La NBA dijo el domingo que anticipaba dificultades y que no contempla interrumpir la temporada debido a los trastornos de varios equipos.
“No cabe duda que ha sido in singular comienzo”, dijo el escolta del Heat Duncan Robinson al participar en un sesión en Reddit. “Han sido desafíos distintos con todos los protocolos y las nuevas normas. Creo que el sentimiento general es que todos quieren jugar, pero todo el mundo quiere cuidarse primero”.
Fuente: Informador