Para el actor Omar Chaparro este 2020 ha sido un año terrible y sin embargo bonito.
“No quiero sonar muy cursi pero siento que fue un regalo este año, primero porque fue muy difícil y lo digo porque tuve que hacer ajustes económicos, apretar las tuercas. Fue muy complejo al grado de que yo empecé a cuestionarme, a tener ansiedad, estrés y dije ‘no yo no quiero caer en depresión’ “, dice en entrevista.
En ese momento el también comediante buscó ver el lado positivo y a hacer cambios como levantarse a las 6 de la mañana a meditar y rezar, así como hacer introspección, porque para él esas son las cosas que enseñan los desafíos de la vida.
“El dolor está ahí para enseñarte algo, o lo aceptas y lo sobrepasas o te rindes en él y yo decido empezar a meditar”.
“Fue un momento de entendimiento, que es un regalo de la pandemia porque desperté con ganas y ánimos como cuando empecé esta carrera, cuando era un chavito lleno de sueños y fue cuando decidí hacer ‘Tu night’, de decir ‘quiero volver a hacer tele, a divertirme, a sentirme como aquel chavito que hacía ‘Black and white’, y eso para mí fue un regalo genial”, comenta.
Omar Chaparro considera que justo ahora vive una etapa muy bendecida de su vida. Este mes estrenó tres programas: “¿Quién es la máscara?”, “Chaparreando” y “Tu night”, además que el 30 de octubre lanzará una nueva versión de su canción “¿De qué me sirve el cielo?”, a dueto con Diego Verdaguer. Sin embargo aunque se siente contento recuerda que cuando empezó la pandemia así como sacudió al mundo también lo hizo con su familia.
“Yo creo que la vida es una montaña rusa por eso hay que estar feliz cuando estás arriba y cuando estás abajo no estar tan triste, porque hay que saber que vamos para arriba otra vez, hay que apreciar los momentos buenos y también aprender de los malos, de los no tan buenos”, comenta.
El protagonista de cintas como “No manches Frida” y ” Compadres” relata que este año tenía varios proyectos de cine y televisión que se cancelaron por la pandemia del Covid-19, por lo que tuvo que hacer ajustes porque los gastos seguían siendo los mismos pero tenía cero ingresos.
“No hay shows, no hay películas, nada. Entonces empecé a hacer ajustes. Dije ‘¿qué es lo que tengo?’ Nada, entonces me puse a hacer videos en Facebook, estar más con mis hijos, le enseñé a mi hija pequeña a andar en bicicleta, a mis perros a hacer sus necesidades afuera de la casa, empezamos a hacer empanadas, jugar escondidas”.
“Aproveché el momento, decidí mejor jugar a la casita en vez de llorar y preguntarnos por qué. La verdad es que esta pandemia fue una enseñanza para todos” .