La vacuna mexicana contra la cisticercosis en cerdos posee una efectividad de 99.5 por ciento, afirmó una de las creadoras e investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Ana Flisser Steinbruch.
Durante la conferencia “Vacuna contra la cisticercosis”, efectuada en el Instituto Nacional de Medicina Genómica (Inmegen), indicó que la vacuna TSOL18 para cerdos fue registrada de manera comercial el 20 de mayo de 2016, con un costo de 10 a 12 pesos, lo que la hace accesible para los granjeros.
“La vacunación es lo mejor, después de haberla generado tiene que haber todo un ejército veterinario de sanitaristas para aplicarla; el gobierno tiene que comprarla y distribuirla”, expresó.
En un comunicado del Foro Consultivo Científico y Tecnológico (FCCyT), la investigadora recordó que la investigación la realizó en conjunto con el profesor australiano Marshall Lightowlers hace 16 años, de modo que México fue el primer país en el mundo en aplicar la vacuna experimental.
“La Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación tiene su sistema de distribución para vacunación, y desde mi punto de vista, un método efectivo sería que se combinara con la del cólera porcino, y seguro así le llegaría a todos los animales”, destacó.
La también investigadora emérita del Sistema Nacional de Investigadores (SIN) subrayó la importancia de difundir el conocimiento científico, a pesar de que la cisticercosis esté controlada en México; “el hecho de que muchos de los rastros del país no estén certificados es un peligro, porque pasan animales enfermos por buenos”, dijo.
La Asociación Nacional de Establecimientos Tipo Inspección Federal (TIF) señaló que en 2015 casi el 40 por ciento de la carne porcina en México procede de rastros que no cumplen las normas de calidad.
En 2013 la población porcina en el país era de alrededor de 15 millones, de los cuales 2.1 millones eran cerdos llamados “rústicos” o de traspatio.
Estos cerdos rústicos viven en zonas marginadas, deambulan en pueblos y campos para buscar alimento, donde tienen acceso directo a las heces fecales de humanos, que cuando provienen de un portador del parásito Taenia solium, causan cisticercosis en el animal y ocasionalmente en seres humanos.
La infección en personas se desarrolla al consumir carne de cerdo infectada e insuficientemente cocida, de acuerdo con información de la Revista Electrónica de Veterinaria (REDVET).