“No voy por justicia. Voy contra la justicia”, decía Miguel Ángel Pech Cen en aquellos lejanos años de finales del siglo pasado y principios del actual cuando como litigante iba a la extinta Procuraduría a realizar trámites relacionados con los casos que defendía.
Desde el arranque de su administración en abril de 1999, Joaquín lo hizo subprocurador, cargo que dejó tres años y tres meses después en medio del escándalo del mayor caso de pederastia documentado hasta ahora en México, protagonizado por Jean Succar Kuri, quien actualmente purga una condena de 112 años.
El escándalo fue por Succar Kuri y sus poderosos cómplices, porque de Pech Cen se puede decir que sólo fue señalado por exhibir innecesariamente a las víctimas, pero la eficiencia con que manejó el expediente se demostró con la exitosa ruta que tomó el caso hasta su conclusión por parte de otras manos que le dieron seguimiento.
“¿Maestro y ahora va por justicia o contra la justicia?”, le preguntó un becario de su despacho una vez que fue designado subprocurador por Hendricks Díaz.
“Decía que iba contra la justicia porque no estaba de este lado”, respondió entre carcajadas.
“Ahora ya sé de lo cómo están las cosas”, agregó.
Y justamente en el conocimiento de las maneras y vicios que permanecen en la Fiscalía, que no cambiarán con la misma facilidad con que mudó de imagen, se fundamentan las ventajas que podría aprovechar Pech Cen.
El nuevo abogado tiene una amplia experiencia en derecho penal, ha sido juez y hasta hace poco se desempeñaba como coordinador de la carrera de derecho de la Universidad La Salle Cancún.
Es un hombre respetado y con prestigio en la esfera en que se desarrolla. La independencia económica que ha logrado a lo largo de su trayectoria y su edad, de poco más de 60 años, permiten suponer que la Fiscalía será el toque final de su carrera, la cereza en el pastel de su vida y por tanto debe hacer un papel más que decoroso.
Trabajó de cerca en la campaña proselitista del gobernador Carlos Joaquín González, de quien es cercano, pero quienes lo conocen afirman que tiene la fuerza, la entereza suficiente para oponerse a cualquier “línea” que pretenda imponerle el Ejecutivo.
Otros afirman que desde hace mucho el dinero no es el motor de su vida. Que como maestro de derecho en la Universidad La Salle no iba a cobrar su sueldo hasta que recibía la advertencia de que el dinero sería devuelto a la fundación que administra los recursos de esa escuela.
Un gran problema de la extinta Procuraduría, dicen quienes la conocen desde adentro, es que los procuradores llegaban a ver cuánto dinero podían ganar con el manejo de los casos y que Pech Cen no tiene necesidad de ello.
Sin embargo, habrá que esperar los resultados que pueda dar en un revitalizado organismo en el que el fiscal no lo es ni lo puede todo, habrá que esperar a ver con qué gente se rodea, si lo dejarán integrar un equipo eficiente o le impondrán compromisos de campaña.
Por lo pronto, llega a la Fiscalía alguien con prestigio y de respeto. Aunque legal y técnicamente no es un nombramiento del Gobernador, Pech Cen es quizá hasta el momento el mejor elemento que llega con el llamado “cambio”.
¿A dónde va Sr. Fiscal? ¿Por justicia o contra la justicia?
Platea
La movilidad en Cancún es un tema prioritario desde hace varios años que no se limita al reordenamiento del transporte urbano, sino que también tiene que ver con las vialidades.
Varias avenidas que son ejes troncales no tienen continuidad y ello complica tomar otras medidas para mejorar la vialidad. De allí la importancia de las acciones emprendidas recientemente por el presidente municipal Remberto Estrada, para completar esas arterias “cortadas” y cumplan con su función de aligerar el tráfico.
En las avenidas Politécnico y Tepich se trabaja desde la semana pasada para conectar sus diversos tramos y están a punto de iniciar acciones similares en la Chac-Mool, que una vez completa será una especie de circuito interior.
Sin duda son obras que por las razones que sean no se pudieron hacer en el pasado, pero que hoy cuentan con los recursos gestionados por Estrada Barba.
Mezzanine
Lo logrado en Puerto Morelos por Laura Fernández Piña con la gestión para que CAPA se haga cargo de la operación de la red de agua potable, es en síntesis la historia de David contra Goliat.
Durante años hubo una especie de temor por un gigante que más allá del derecho que le asiste para hacer negocios, se convirtió en un poder fáctico protegido por una concesión que le concede muchos privilegios y lo exenta de lógicas responsabilidades.
En Puerto Morelos Aguakan no le presta el servicio a más de la mitad de la población del municipio, pero puntualmente llega con su recibo de cobro y amenazas de embargo a quienes acumulan cuantiosas deudas por un servicio que padecen.
Las cosas cambiarán, allí sí de manera tangible.
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