A marchas forzadas

La tolerancia, paciencia y su permanente disposición al diálogo, permitieron al gobierno de Roberto Borge Angulo acordar con los profesores el regreso total a clases a partir de hoy.

Ha transcurrido un tercio de los 200 días de clases marcados para el ciclo escolar 2013-14, pero apenas ha habido 16 días de clases. Dicho de otro modo, a estas alturas del calendario escolar los profesores debían contar con el 30% de asistencias, pero apenas llevan 8%.

Por estas fechas, en primaria los profesores ya debían haber impartido 232 horas de clases en primaria y 348 en secundaria, pero apenas llevan 64 y 96, respectivamente.

Los profesores enfrentan desde hace varios años si no un descrédito social, por lo menos un serio cuestionamiento por diversas razones, que van desde su falta de preparación hasta por las canonjías que se niegan a perder y que en gran medida motivaron sus movilizaciones.

Por lo mismo, tienen a partir de hoy el reto de rescatar una buena parte de su prestigio, si demuestran compromiso social y más allá de sus intereses particulares y de grupo establecen una estrategia para ponerse al corriente.

Sin embargo, sería una auténtica hazaña que con la estrategia que están planteando logren regularizar el número de horas ante grupo. A partir de hoy tendrán 30 días efectivos de clases hasta el 20 de diciembre, cuando inician las vacaciones de fin de año. Con una hora adicional a su jornada, apenas abonarían 30 horas al déficit de 168 y 252 que tienen en primaria y secundaria, respectivamente.

¿Cómo le harán? ¿Recortarán unidades? ¿Eliminarán lecciones?, porque regresando de las vacaciones de fin de año  al ciclo escolar la restarán 112 días, es decir, aún agregando una hora a su jornada diaria durante todo el resto del calendario lectivo no alcanzarán a cubrir el déficit de horas que provocó su paro. ¿Alcanzarán los profesores y sus líderes importados a percibir el daño causado?

En 2010, los países de América Latina y el Caribe firmaron un compromiso con la Unesco para mejorar no solo la cobertura, sino la calidad de la educación en un plazo de 15 años. Estamos a dos calendarios de que se cumpla el tiempo acordado por las naciones de la región y el mencionado organismo de la ONU.

Desde ahora ya se realizan los análisis de cumplimiento del compromiso, para establecer los criterios de discusión post 2015 y las noticias no son muy buenas, pues México, por ejemplo, apenas estableció en el 2013, con la reforma educativa, las bases para cumplir con esos compromisos y de entrada los maestros se resisten, a pesar de que se trata de un objetivo internacional, cuyo cumplimiento rescató el gobierno de Enrique Peña Nieto.

Con las omisiones de los dos sexenios anteriores, que no asumieron su responsabilidad ante la Unesco y las resistencias magisteriales, México buscará cumplir a marchas forzadas con el compromiso.

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