Armando Castillo
La quintanarroense Abigail Salas, cerró su ciclo en la Universiada Nacional, con la obtención de la ansiada medalla de Oro, en la modalidad de Kumite (combate), pero representando a la Universidad Autónomo de Yucatán (UADY), tras superar en la final a la competidora de la Universidad Autónoma de Sinaloa (AUS), Blanca Sarabia, con un marcador de 4-0.
La pelea fue en la categoría de 55 kilogramos, en la Universíada Nacional, y en la que la estudiante de la maestría en Derecho, llegó a la final luego de vencer primero a la favorita de la compeyencia, 4-3, a Samantha Campos, de la Autónoma de Nuevo León; seguido de los triunfos por 1-0 frente a la local, Alondra Ortiz, de la Universidad de Guadalajara (U de G), y 6-2 a Verónica Garfias, de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos.
La seleccionada universitaria, quien radica en Cancún, y sólo estudia el fin de semana en la UADY, puso fin a sus participaciones en nacionales, tras siete ediciones y culminó como la deportista con más metales consecutivos para la máxima casa de estudio de Yucatán, en cinco años de licenciatura y dos de maestría.
Su cosecha comenzó en Toluca 2011, cuando obtuvo la plata en kumite; dos bronces en Veracruz 2012; bronce en Sinaloa 2013; plata en Puebla 2014 y bronce en Nuevo León 2015, siempre entrenando con el sensei Domingo González Palavicini, presidente de la Asociación Estatal de Karate Do de Quintana Roo.
Me visualicé en la final: Abigail
“Siempre estuve consciente de que había trabajado para este momento; desde que llegué me visualicé en la final, pero sabía que era paso por paso”, expresó la orgullosa medallista y oriunda de Cancún, Quintana Roo, hecha en ésta tierra de campeones, pero ante la falta de apoyo tuvo que emigrar al vecino estado para continuar con sus estudios superiores.
“El primer combate, ante Samantha Campos (UANL), fue vital para seguir adelante con los planes, ya que fue una pelea muy cerrada, que conseguí al final. Estoy muy feliz porque fue mi última Universíada, quería el oro y se lo dedico a mi mamá en su día, y al sensei Domingo González”, sentenció la abogada artemarcialista, quien trabajó de lunes a jueves en Cancún para la consecución de la medalla de Oro.