Carlos Grajales Betancuort, el abogado que defendió al productor de la televisión estadounidense Bruce Beresford Redman, quien fue condenado por asesinar a su esposa en Cancún, está en problemas, pues sus vecinos lo señalan de violar reglamentos de desarrollo urbano en las obras de ampliación de su residencia.
Desde su posición, Grajales Betancourt logró que las autoridades municipales retiraran una inicial suspensión de obra, pero este martes los vecinos encabezados por Carlos Fierros, ex presidente del Colegio de Ingenieros, logró un interdicto judicial para detener los trabajos.
Grajales Betancourt decidió ampliar su vivienda, en el fraccionamiento Cantera localizado en la súpermanzana 41, en una zona céntrica de Cancún. Sin embargo, la ampliación es sobre una zona restringida que debe permanecer libre de edificaciones, de acuerdo con los reglamentos de construcción de esta ciudad.
Además de que las obras han afectado las viviendas de sus vecinos, por las vibraciones que se producen, construye por lo menos una habitación más sobre un techo que tendió en la mencionada área restringida.
Fierros dijo que se trata de una irregularidad que no debe ser permitida y que es una mala señal que organismos como los colegios de profesionistas, que deberían ser garantes de las reglas de convivencia en una comunidad, promuevan prácticas ilegales.
“El señor Grajales es el presidente del Colegio de Abogados Postulantes y no puede andar en ese tipo de irregularidades”, subrayó.
Junto a la vivienda de Grajales está la de la ex regidora Guadalupe Espadas Novelo, madre de Rolando Melo Espadas, secretario de Desarrollo Urbano, pero al parecer no se ha dado cuenta de la irregularidad.