El de Enrique Peña Nieto ha sido el arranque con el mayor subejercicio presupuestal de la época contemporánea de México, lo que repercute de manera seria en la economía que técnicamente, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi), está en recesión desde el mes pasado.
Sin embargo, todo parece indicar que las cosas cambiarán en cuestión de días. Ayer, luego de una reunión con el secretario de Hacienda Luis Videgaray, el gobernador Roberto Borge Angulo dio a conocer que el presidente Peña Nieto dio instrucciones para la asignación inmediata de $27,000 millones de pesos a los estados de la República, para que se pongan en marcha diversas acciones como obras de infraestructura y programas sociales.
Según diversos analistas financieros, durante los primeros 10 meses de la administración de Peña Nieto se dejó de ejercer casi el 11% del presupuesto total de este año, pero el subejercicio superó el 37% en el rubro de la infraestructura, lo que explicaría en gran medida el estancamiento de la economía, pues el gasto público, sobre todo la relacionada con la ejecución de obras, genera un dinamismo económico, ausente en estos meses de arranque del primer sexenio priista en el siglo XXI.
El subejercicio presupuestal de casi 11% prácticamente duplica el observado durante el arranque del sexenio de Felipe Calderón (5.5% entre enero y marzo de 2007), y es mucho mayor a los registrados durante las administraciones de Vicente Fox (2.8%) y Ernesto Zedillo (4.2%).
Aunque es normal que ocurra que esa situación se presente en un arranque de gobierno, en esta ocasión el problema se acentuó, debido a que desaparecieron algunas dependencias y se crearon otras, cuyo nacimiento legal tuvo que pasar por un complejo procedimiento para dotarlas de personalidad jurídica, necesaria para la gestión de los recursos públicos.
El anuncio de que, al final, el gobierno federal empezará a invertir el “guardadito” significa buenas noticias para Quintana Roo, pues se reactivarán obras como la construcción del nuevo hospital general de Cancún y diversas obras de infraestructura y programas sociales que ya estaban gestionados por el gobernador Roberto Borge Angulo.
Esas obras incluyen, al fin, la modernización de 26 kilómetros de la avenida Luis Donaldo Colosio que, al igual que la Kukulcán, que ya está siendo repavimentada en su totalidad, tenía casi 15 años sin ser atendida de manera integral, lo cual provocó el deterioro que registra actualmente, a pesar de ser la puerta de entrada de millones de turistas.
De esa manera, las tres vías más importantes de Cancún, la Kukulcán, Colosio y la López Portillo, estarán totalmente renovadas el próximo año.
Sin duda, la espera ha valido la pena, pues la calidad, importancia e impacto de las obras gestionadas por el Gobernador, y que se pondrán en marcha ahora que finalmente el gobierno federal abre la llave del presupuesto, supera las expectativas.
Platea
El alcalde de Benito Juárez, Paul Carrillo de Cáceres, dio un paso ayer hacia la consolidación del mando único policiaco, al que siempre se opuso Julián Ricalde Magaña. El Cabildo aprobó por mayoría, pues los perredistas y panistas insisten en lo contrario, la firma del Convenio de Coordinación y Colaboración con el Gobierno del Estado en materia de Operativos a través de un Mando Único y la Integración de la Policía Unificada de Quintana Roo.
“Necesitamos tener una visión de futuro y necesitamos confiar en esta ciudad. Necesitamos que Cancún y sus habitantes veamos hacia el frente, a través de convenios de colaboración en seguridad pública, que puedan fortalecer el combate a la delincuencia. Que podamos unificar criterios de programas y recursos”, destacó Carrillo de Cáceres.