Manuel Trinidad Poot se ha dedicado por más de 20 años a la reproducción, rescate y liberación de diversos animales silvestres en la Unidad de Manejo Ambiental (UMA) que tiene en su predio, la cual ha servido como un atractivo turístico para las personas que llegan a conocer las bellezas naturales de la zona.
Recordó que el proyecto inició luego del paso del huracán “Wilma” (octubre de 2005), cuando animales silvestres como el tigrillo y el ocelote llegaron a la comunidad en busca de alimento y los habitantes los cazaban.
En ese tiempo, habilitó un espacio para que los animales puedan recuperarse, luego de ser capturados y, ante esto, los habitantes prefirieron atrapar a los felinos en lugar de cazarlos, pero hasta que llegaron representantes de la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente (Profepa) que se llevaron a los animales para liberarlos en reservas protegidas.
Sin embargo, no todo fue malo ya que, en poco tiempo llegaron los inspectores de la misma dependencia para capacitarlo e iniciar la UMA en la comunidad que, en la actualidad cuenta con venados cola blanca, hocofaisanes, pavos ocelados, tepezcuintle o jaleb, además de abejas melipona, orquídeas y un museo comunitario.
También dijo que el proyecto de conservación le ha permitido que turistas europeos lleguen a conocer y, con su visita, aporten un poco de dinero invertido para darle mantenimiento al espacio de dos hectáreas en donde están los animales.