Carlos Arturo Álvarez Escalera renunció a la Fiscalía General de Estado. Su situación era insostenible. Fue parte del llamado “paquete de impunidad” que se armó en los dos últimos meses del sexenio anterior . No podía permanecer en su cargo porque tenía a la opinión pública en contra. No tenía la confianza de nadie. Y menos que ya se presentaron ante la Fiscalía denuncias por despejos y fraudes maquinados en las Juntas de Conciliación y Arbitraje.
Es decir, su salida era, como se dice, bola cantada. Ahora falta saber quien se quedará como titular de la Fiscalía, aunque se presume que se presume que permanecerá la abogada Roxana Lili Campos Miranda, que tiene maestría en derecho penal y empresarial, y diplomada en criminalística y pruebas periciales. Por lo pronto ya está a cargo provisionalmente de la Fiscalía.
El lunes el Congreso abrirá la convocatoria para que se presenten propuestas para ocupar la Fiscalía que dejó vacante Álvarez Escalera, quien alegó que por motivos personales dejó el cargo. Existe esa tradición de alegar motivos personales cuando se deja un cargo público. Pero todos saben que dejó la posición porque era insostenible allí debido a que fue una ficha del borgismo, sexenio que ya está sometido a investigaciones que llegarán hasta donde tengan que llegar.
El cambio en la Fiscalía era un paso importante para afianzar la estructura del gobierno que encabeza Carlos Joaquín González. Ahora se puede decir que el gobernador ya tiene en sus manos todas las riendas del gobierno. El presidente del Tribunal Superior de Justicia, Fidel Villanueva, también se irá el próximo año.
La Fiscalía General del Estado es una dependencia muy importante porque tiene a su cargo la procuración de justicia, pero se encuentra prácticamente desmantelada. No hay recursos y no tiene al personal ni suficiente ni lo debidamente capacitado para acometer las tareas a su caro. Hay un fuerte rezago. Hay vicios a la vista y otros ocultos que deben ser eliminados. Hay corrupción, hay lentitud, hay omisiones, hay hoyos negros. No será fácil la tarea para el nuevo o la nueva Fiscal. El gobernador deberá mandar un mensaje claro de que los nuevos tiempos ya llegaron y son de cambios profundos. Carlos Joaquín González tiene ese compromiso con la ciudadanía que lo llevó al poder.
El procedimiento para nombrar al nuevo Fiscal tiene sus tiempos que pueden ser acortados. La procuración de justicia y las investigaciones en curso no se deben ni se pueden retrasar.
Correo: [email protected]
Twitter: @JorgeG512