Los Angeles— El excampeón olímpico estadounidense Bruce Jenner vivió ayer el momento que estuvo esperando por mucho tiempo: se presentó al mundo como mujer.
“Tras una larga lucha, estoy muy feliz de estar viviendo mi verdadera identidad. Bienvenida al mundo Caitlyn. Me muero de ganas de que la/me conozcan”, escribió en su recién estrenada cuenta de Twitter.
La primera imagen de Caitlyn Jenner, de 65 años, fue revelada casi al mismo tiempo por la revista Vanity Fair, que subió en las redes sociales la portada de su próximo número con el título ‘Call me Caitlyn’ (Llámenme Caitlyn).
En la imagen (obra de la fotógrafa Annie Leibovitz), Jenner aparece muy coqueta luciendo un simple corsé blanco que marca sus nuevas curvas de mujer, acentuadas por su larga y ondulada melena.
Su rostro también muestra sus nuevas facciones femeninas, tras someterse el 15 de marzo a una operación de estética de 10 horas para eliminar los rasgos masculinos, aunque de momento conserva sus genitales.
Vivir sin mentiras
Jenner vivió toda su vida atrapada en el cuerpo de un hombre, pero no sintió las fuerzas necesarias para enfrentarse a sí misma ni a la sociedad, según confesó en una entrevista con la periodista Diane Sawyer que se transmitió al mundo el pasado 24 de abril.
El deporte terminó siendo una vía de escape para convencerse de su masculinidad, pero convertirse en uno de los héroes de las Olimpiadas de Montreal-1976 en la modalidad de decatlón no hizo más que cerrarle las puertas para dar un paso al frente.
Se casó tres veces y tuvo seis hijos, que ahora tienen entre 17 y 34 años. Por su último matrimonio también es padrastro de Kim, Khloe, Kourtney y Rob Kardashian, estrellas de la telerrealidad estadounidense.
Su aparente vida normal estuvo plagada de engaños, mientras intentaba vivir a escondidas su lado femenino.
“Bruce siempre tuvo que mentir. Siempre vivió esa mentira. Cada día tenía un secreto, de la mañana a la noche. Pero Caitlyn no tiene secretos”, explicó Jenner a Vanity Fair, para quien posó además con varios vestidos de fiesta en su casa californiana de Malibú.
La idea de morir sin haber vivido su verdadera identidad le aterraba. “Me hubiese dicho: ‘Has desaprovechado tu vida’”, afirmó.