Cancún, 26 de junio.— El recorte del 75 por ciento en el presupuesto destinado para áreas naturales protegidas pone en riesgo no sólo la actividad turística, de la que tanto depende Quintana Roo, sino que también dejaría a la población en estado de vulnerabilidad, al ser los arrecifes la mejor barrera de protección contra los huracanes, advirtió Maricarmen García Rivas, directora del Parque Nacional Arrecifes de Puerto Morelos e Isla Contoy.
Ante la política federal de austeridad, manifestó que, en el caso de las áreas naturales protegidas, los deja en una situación desequilibrada para realizar trabajos de investigación, recorridos diarios de supervisión, atención a usuarios, investigadores, prestadores de servicios y pescadores.
“Nos pone en una situación difícil porque nosotros hablamos por los recursos naturales con lo que sobrevivimos en Quintana Roo, que no sólo constituyen paisajes bonitos, sino también seguridad. Nuestra economía se basa en eso y hay que recordar que los arrecifes son la barrera más efectiva para detener a los huracanes y sin cuidarlos habrá un gran impacto que nos pondrá, como población humana, en condiciones de vulnerabilidad”, advirtió.
Entrevistada para el noticiero matutino Origen, subrayó ningún muro artificial nos protegerá tanto como los arrecifes, que constituyen además la inversión más barata en protección.
También señaló que el país va en una dirección equivocada, necesita partir de una línea de sustentabilidad para el aprovechamiento responsable de los recursos naturales, pues de una u otra manera todo lo que se emplea viene de la naturaleza. “Es necesario promover una moral ambiental, lo cual se verá reflejado en un beneficio social”, dijo.
Además de que los recursos que reciben se ven diezmados por toda la infraestructura costera que tienen, destacó que hay que hacer otras tareas. Por ejemplo, luego del paso de la tormenta “Cristóbal” se hizo una evaluación y restauración de arrecifes, que implicó levantar más de 40 colonias de Acropora palmata, una especie de coral muy importante que está en riesgo.
“Si no podemos dar mantenimiento a nuestras embarcaciones, que de por sí ya están viejas, y tampoco tenemos gasolinas, no vamos a poder continuar con las acciones que hacemos, por lo que vamos a tener mares sin peces por pesca ilícita y arrecifes dañados, por lo que habrá que emigrar a otros lugares al no haber ningún tipo actividad turística”, añadió.
Maricarmen García insistió en que, de no poder seguir atentos previniendo, sobrevendrá un colapso, lo que sólo se puede evitar si se cuenta con recursos suficientes para realizar todas sus tareas.