Ciudad de México, 25 de octubre (Infoqroo).- En la semana de la celebración del Día Mundial de la Alimentación, las organizaciones civiles El Poder del Consumidor y la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) hicieron un pronunciamiento ante la preocupante inacción de los estados por brindar espacios de protección infantil como lo es una escuela saludable.
El país ocupa el quinto lugar de obesidad en el mundo, y se advierte un aumento proyectando que para 2030, siete millones de niños y adolescentes de cinco a 19 años vivirán con dicha condición (43% de la población). La obesidad no sólo afecta la calidad de vida, la educación, la salud física y mental, también tiene catastróficas e insostenibles consecuencias económicas para el país, pues su atención asciende a más de 650 mil millones de pesos anuales (3% del PIB).
La mala alimentación resta cuatro años de esperanza de vida a las generaciones más jóvenes. Lo anterior se atribuye en gran medida a la presencia de entornos no saludables donde se desenvuelven, incluyendo las escuelas, donde se ofrece productos ultraprocesados y bebidas azucaradas.
En las escuelas del Sureste (Tabasco, Campeche, Quintana Roo y Yucatán) no hay acceso a agua potable y alimentos saludables como frutas, verduras, semillas y cereales integrales. Dominan los alimentos y bebidas no saludables.
En el Suroeste (Guerrero, Oaxaca y Chiapas): ocho de cada 10 escuelas venden refrescos. En contraparte, solo una de cada 10 escuelas cuenta con acceso a agua potable. Dominan los alimentos y bebidas no saludables.
Este (Puebla, Veracruz, Tlaxcala e Hidalgo): Menos del 20% de las escuelas tiene acceso a agua potable y alimentos saludables. Dominan los alimentos y bebidas no saludables. Centro sur (Morelos, Estado de México y Ciudad de México): 97% vende frituras, dulces y golosinas, y 8 de cada 10 escuelas tienen venta externa de productos ultraprocesados.
Liliana Bahena, coordinadora de la campaña Mi Escuela Saludable declaró: “Parte del lema de este año en el Día Mundial de la Alimentación es no dejar a nadie atrás, sin embargo, las escuelas del centro – sur del país tienen en abandono la salud y nutrición, y una situación similar se tiene en el del resto del país.
“Los entornos alimentarios en las escuelas de estas regiones presentan uno de los panoramas más alarmantes del país, donde el 84% de las escuelas venden refrescos diario, y en contraparte, sólo uno de cada 10 cuentan con acceso a agua potable. Por tanto, niñas y niños están forzados a consumir día a día productos que afectan su salud”, indicó.
A pesar de las recomendaciones emitidas por la Comisión Nacional de Derechos Humanos y las organizaciones de las Naciones Unidas para fortalecer y hacer cumplir las regulaciones sobre los entornos alimentarios en las escuelas, los intereses privados siguen impidiendo la transición de las escuelas a espacios saludables.