Chilpancingo, Gro.— A pesar del clima de violencia que se ha intensificado en la capital de Guerrero tras el asesinato del alcalde Alejandro Arcos Catalán, su suplente, Gustavo Alarcón Herrera, declaró estar dispuesto a asumir el cargo, aunque admite sentir miedo por su seguridad.
Alarcón, médico cirujano y político de 63 años, recibió inesperadamente protección policial el pasado domingo, sin haberla solicitado. Cuatro agentes municipales lo vigilan, dos de los cuales lo acompañan constantemente. Esta medida de seguridad contrasta con la falta de protección que tuvo el alcalde Arcos, quien fue decapitado por presuntos miembros del crimen organizado el 6 de octubre, apenas seis días después de asumir el cargo.
Alarcón, quien fue propuesto como suplente por el mismo Arcos en la coalición PRD-PRI-PAN, espera que el Cabildo de Chilpancingo lo convoque para rendir protesta y asumir oficialmente la alcaldía. A pesar de sus temores, el edil suplente expresó su deseo de honrar la memoria de Arcos y trabajar por el bienestar de la ciudad.
“Claro que sí tengo miedo, pero aquí estamos. Asumiré la alcaldía en memoria de mi amigo, honrando su verdad para Chilpancingo”, afirmó Alarcón en una entrevista.
Con una larga trayectoria en la política local y como hijo de un exalcalde de Chilpancingo, Alarcón señaló la necesidad de trabajar con honestidad y amor por la ciudad para superar los graves problemas de violencia que enfrenta, aunque subrayó que no se trata de confrontar a los grupos delictivos, sino de construir la paz.
La seguridad en Chilpancingo ha sido un tema de creciente preocupación, ya que, antes del asesinato de Arcos, dos de sus colaboradores cercanos también fueron ejecutados en días anteriores.