CIUDAD DE MÉXICO, 18 de septiembre.— En la conferencia matutina del lunes pasado, se encendieron las alarmas cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador fue cuestionado sobre la polémica incorporación de José Luis García Parra, sobrino del exgobernador de Puebla, Mario Marín, al gabinete de Alejandro Armenta.
García Parra, quien ha sido descrito por el propio Armenta como su “mano derecha”, está envuelto en una serie de escándalos que han levantado serias preocupaciones entre la ciudadanía.
García Parra no es un funcionario cualquiera. Está rodeado de escándalos y lujos desmedidos que dejan sin palabras. Entre las más graves acusaciones, se señala que su pareja, con lazos visibles al partido Morena, fue colocada sin mérito alguno como diputada local.
Un claro caso de nepotismo descarado que ofende a millones de mexicanos, sobre todo después de que se hicieran públicas unas fotografías que la muestran disfrutando de unas vacaciones en Ibiza, uno de los destinos más caros del mundo, mientras la gente lucha día a día para sobrevivir.
Y esto no es todo. ¡El derroche de dinero no tiene límites! José Luis García Parra, quien ahora ostenta poder en el gobierno de Puebla, ha sido señalado por la compra de un lujoso departamento valorado en más de 30 millones de pesos en una de las zonas más exclusivas de la ciudad.
¿De dónde viene todo este dinero? ¡Los ciudadanos se preguntan si los recursos públicos están siendo usados para financiar estos excesos!
Además, García Parra también está vinculado al escandaloso caso del Audi del Bienestar, una trama que involucra la malversación de recursos públicos.
Según fuentes cercanas, vehículos de alta gama fueron adquiridos con fondos destinados al bienestar social, pero todo apunta a que estos autos han sido usados para beneficio personal de funcionarios. ¡Un verdadero insulto a los mexicanos que han confiado en la promesa de un gobierno sin corrupción!
El presidente López Obrador, quien ha mantenido su compromiso de combatir la corrupción, fue cuestionado sobre este tema y, aunque evitó emitir un juicio directo, reiteró que será responsabilidad de cada administración saber a quién suma a su gobierno.
Destacó que cualquier funcionario que incurra en malas prácticas deberá enfrentar las consecuencias, dejando en claro que el gobernador Alejandro Armenta, quien tomará protesta el 14 de diciembre, aún tiene la oportunidad de recapacitar sobre los miembros de su equipo antes de asumir oficialmente el cargo.
Este episodio plantea importantes retos para la administración de Puebla, que deberá demostrar que, más allá de los cuestionamientos, está comprometida con la transparencia y el buen manejo de los recursos públicos, respondiendo a las exigencias de la ciudadanía que clama por un gobierno honesto y justo.