Ambientalistas de Cancún condenan mensaje de odio por parte de la Semarnat

El Grupo Ecologista del Mayab A. C. condenó el comunicado emitido la semana pasada por la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), del gobierno federal que descalifica y criminaliza a los ambientalistas que se oponen al nuevo trazo del tramo Cinco del Tren Maya, y señala una serie de autorizaciones hechas en la presente administración a distintos proyectos en el Estado de Quintana Roo.

También señala que la Semarnat asume una postura de que diferir en opiniones y luchar por el ambiente es un delito, emplea un lenguaje que promueve el odio, pone en riesgo el desarrollo sustentable y la vida de los ambientalistas, como el caso de Samir Flores, asesinado en Guerrero en 2019.

El comunicado sostiene que la devastación del sureste sucedió en administraciones pasadas, no obstante, exponen algunas autorizaciones que la presente administración otorgó de manera irregular a distintos proyectos, razón por la cual están en litigio, con múltiples amparos.

Entre estos ejemplos, menciona la terminal de Cruceros, 4º. Muelle de Cozumel, autorizado a pesar de poder destruir la biodiversidad marina; el proyecto LaKam- Ha en Cozumel, sobre selvas manglares y humedales; Mejoramiento y Estabilización de la zona de playas y marina de las Bahías de Chemuyil y Chemuyilito emitido el 9 de octubre de 2019.

También señala el Hotel Grand Island, en el que la Semarnat autorizó, tres mil habitaciones sin manifestar cómo resolverán el manejo de aguas negras, en la zona hotelera de Cancún, y autorizó la primera fase (tramo 1-3) del Tren Maya en varios tramos, a pesar de concluir en su resolutivo serias carencias y negligencias en la MIA.

Igual recuerda que el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), comenzó obras en el tramo cuatro sin contar con autorización y en el tramo cinco sin siquiera someter a evaluación de impacto, ante lo cual la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) ha hecho casi omiso en sancionar esas obras, a pesar de cientos de denuncias.

La agrupación sostiene que no están en contra del desarrollo, y del Tren Maya, sino de la manera ilegal, en que se violan las leyes ambientales para realizar los trabajos, e invita a buscar que las actividades humanas sean lo menos impactantes posibles, presentando mitigaciones para ser compatibles con el medio ambiente.

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