CIUDAD DE MÉXICO, 22 de marzo.- El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, criticó duramente el informe sobre derechos humanos de México elaborado por el Departamento de Estado de los Estados Unidos, calificándolo de “bodrio”.
Durante su conferencia matutina en Palacio Nacional, López Obrador minimizó el informe y lo atribuyó a un “departamentito” dentro del Departamento de Estado encargado de analizar la situación en México y América Latina.
El presidente mexicano acusó al Departamento de Estado de violar el derecho internacional y de querer intervenir en la vida pública de otros países sin tener derecho a hacerlo. López Obrador aseguró que el informe del Departamento de Estado carece de pruebas y se basa en calumnias y mentiras.
El informe del Departamento de Estado sobre Derechos Humanos denuncia los altos niveles de impunidad en México, la violencia del crimen organizado y los ataques a migrantes.
El informe acusa a las fuerzas de seguridad de todos los niveles en México de asesinatos extrajudiciales, desapariciones forzadas y arrestos arbitrarios. También señala al presidente mexicano por “desacreditar” a periodistas y organizaciones de la sociedad civil en sus conferencias de prensa diarias.
López Obrador rechazó estas acusaciones y afirmó que en México ya no hay masacres ni el Estado es el principal violador de los derechos humanos, como ocurría en los gobiernos neoliberales del pasado. Según el presidente mexicano, en México se garantiza la libertad de expresión y no se persigue ni reprime a nadie.
El informe del Departamento de Estado ha generado polémica en México y ha sido objeto de críticas por parte de diversos sectores políticos y sociales del país. El gobierno de México ha rechazado las acusaciones del informe y ha asegurado que está comprometido con la protección de los derechos humanos en el país.