Anarquía en el transporte en Cancún: con amenazas taxistas quieren controlar todo el servicio

CANCÚN, 18 de diciembre.— El tradicional desorden que hay en el transporte en Cancún está derivando en anarquía, pues los taxistas están imponiendo sus reglas en la operación del servicio de autobuses.

De acuerdo con denuncias recibidas en las redes sociales de Palco Noticias, desde hace algunas semanas los taxistas emprendieron un acoso constante en contra de los operadores de autobuses de transporte urbano, con el fin de obligarlos a suspender operaciones a partir de las 22 horas.

De esa manera los integrantes del sindicato “Andrés Quintana Roo”, que dirige Erasmo Avelar Cámara, pretenden quedarse con la exclusividad del servicio de transporte nocturno en la ciudad, cobrando tarifas estratosféricas hacia las colonias populares.

Santiago Carrillo, director general de Autocar, una de las empresas de transporte urbano, denunció que un grupo de taxistas se ha dedicado a bloquear las unidades de transporte público a partir de las 22 horas, por lo que los operadores no quieren trabajar a partir de esa hora por temor, dejando sin servicio a la población, afectando a quienes salen de trabajar a partir de esa hora en hoteles y restaurantes.

Incluso, dijo que los taxistas han llegado a amenazar con incendiar autobuses.

Explicó que los taxistas a base de golpes y amenazadas a los operadores han provocado que el servicio se suspenda , pues buscan adueñarse del transporte a partir de esa hora con sus tarifas, como sucedió el viernes pasado en las inmediaciones de plaza Las Américas, donde advirtieron que no quieren ver ninguna unidad después de las 23:30 horas.

Recordó que no es la primera vez que sucede esta situación y se han interpuesto las denuncias co-rrespondientes por los delitos de amenazas, lesiones, privación de la libertad personal y daños, debido al abuso de los taxistas para controlar el servicio en el centro comercial, quienes de acuerdo a las denuncias, han amenazado incluso con quemar las unidades si insisten en ope- rar después de esa hora, además de impedirles subir a los usuarios en ciertos puntos de la ciudad.

Ante esta situación, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial del Caribe (CCEC), Eduardo Martínez González, hizo un llamado a las autoridades a atender el tema

Julio Villarreal Zapata , presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) en Cancún, también expresó su preocupación porque los trabajadores del sector han sido víctimas de violaciones y asaltos por parte de taxistas presuntamente son piratas.

Dijo que en el último mes, tres empleadas de establecimientos gastronómicos fueron abusadas sexualmente por ruleteros de unidades de alquiler que abordaron afuera de sus centros de trabajo.

“Hicimos una solicitud para regular a los taxistas, los que no están registrados, es un tema que vamos a tomar muy a fondo; tenemos tres denuncias de abuso sexual por parte de trabajadoras que abordaron un taxi en las inmediaciones de su trabajo y fueron víctimas, por lo que estamos muy preocupados”, detalló.

El líder restaurantero dijo que hasta el momento se tienen conocimiento de tres unidades que no fueron encontradas en los registros del Sindicato de Taxistas Andrés Quintana Roo.

Añadió que las usuarias también han sido víctimas de asaltos, lo que encendió las alarmas en el gremio.

Consideró que esto también es consecuencia de que el transporte público dejó de operar después de las 10 de la noche.

“Hemos tenido problemas con el transporte público, es un tema real, que nos preocupa mucho, porque quitaron las rutas después de las 10 de la noche, lo que nos perjudica, porque en muchos de los restaurantes el personal sale 10:30 o hasta 11 de la noche; entonces, los empleados tienen que tomar taxis y corren peligros. Vamos a tocar el tema en una reunión en privado con el Fiscal”, anunció.

Villarreal Zapata explicó que con la reducción del horario del transporte público, cerca de 800 trabajadores están en riesgo de ser víctimas de la delincuencia, ya que no tienen cómo volver a casa y se ven obligados a caminar o tomar taxis, que bien podrían ser “piratas”.

“La preocupación es porque entre 600 a 800 empleados podrían caer en manos de la delincuencia; hablamos de la plantilla que trabaja en la noche, puesto que el problema del transporte se convierte en un problema de seguridad. Por eso, vamos a pedir que haya rutas hasta la una de la mañana y patrullas a la hora de la salida”, enfatizó.

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