


Durante su paso en la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado (CAPA) y la presidencia municipal de Othón P. Blanco, el hoy candidato independiente a diputado federal por el Distrito 02, Andrés Ruiz Morcillo, benefició con contratos de obras y servicios a particulares, sin tener facultades jurídicas para ello, según documentos dados a conocer.
En los últimos 15 años, desde el sexenio de Joaquín Hendricks Díaz hasta diciembre pasado, cuando tuvo que renunciar a la dirección general del Conalep en medio de serios cuestionamientos a su gestión, pero también para preparar su candidatura, Ruiz Morcillo obtuvo beneficios personales a costa del erario.
La semana pasada el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación invalidó el registro de Ruiz Morcillo como candidato y ordenó al Instituto Nacional de Electores reponer el procedimiento, dado que encontró algunos errores en el trámite inicial atribuibles al INE.
Al parecer, el INE corrigió los errores y entregó nuevo registro a Ruiz Morcillo el domingo pasado. El ex alcalde capitalino reinició su campaña proselitista con un mitin, en el que pretendió asumir el papel de víctima del sistema.
Sin embargo, durante su paso por CAPA y la presidencia municipal de Othón P. Blanco Ruiz Morcillo siempre estuvo bajo diversos señalamientos de corrupción.
Por ejemplo, como titular de la CAPA convino beneficios para el hotel Moon Palace en 2005 y los $50 millones que se establecieron en el contrato que debía entregar la empresa se esfumaron, pues no ingresaron a las arcas estatales.
Asimismo, en 2002 aprobó a Aguakan múltiples servicios integrales de agua potable, alcantarillado y saneamiento para los Benito Juárez e Isla Mujeres sin tener la facultad jurídica, pues ese tipo de acuerdos se establecen con la intervención del Congreso.
Además, entregó un contrato directo por 1.7 millones de pesos otorgado a su cuñado Julio Chulim, para la prestación de “servicios profesionales”, sin especificar de qué tipo.
Como presidente municipal de Othón P. Blanco, Andrés Ruiz Morcillo, endeudó al municipio con mil millones de pesos con la empresa “Avances Lumínicos” por la instalación de lámparas con tecnología LED para el alumbrado público. Incrementó así la deuda total a mil 500 millones de pesos, más del presupuesto por dos años de este Ayuntamiento.
También vendió en 2010 el trenecito del zoológico Payo Obispo, donde hizo negocios turbios con la empresa Prodeurba que remodeló el parque y hasta de nombre le cambió al de Biouniverzoo y se lo autoconcesionó.
El ex alcalde también traficó con influencias, pues al conocer el proyecto de expansión del basurero municipal de Chetumal, Andrés Ruiz Morcillo compró el terreno aledaño y también le entró al negocio de la basura, con la instalación de una planta recicladora de pet.
Como presidente municipal también estuvo en escándalos de faldas, pues en una ocasión su entonces directora de Relaciones Públicas, Alejandra Valle Contreras, lo correteó por pasillos del Palacio Municipal, para exigirle que cumpliera con sus “promesas de amor”. Esa relación marital le valió para que le apodaron “El Mil Amores”.
Son varios los señalamientos de enriquecimiento ilícito que enfrenta el exalcalde, quien a fines del año pasado tuvo que renunciar a la dirección general del Conalep, ante su incapacidad por enfrentar los reclamos y denuncias por malos manejos del personal.