China anunció el viernes que por segundo día consecutivo no registró nuevos casos de contagio local del coronavirus, pero su progreso contra la enfermedad enfrentó a otro aumento en las infecciones importadas.
La caída en el número de casos en el país ofrece un rayo de esperanza para el resto del mundo a medida que una gran cantidad de otras naciones se encierran en un esfuerzo por contener la propagación de la pandemia.
El número de muertes en China también se ha reducido drásticamente, y la Comisión Nacional de Salud reportó el jueves otras tres víctimas fatales, el menor saldo diario desde que comenzó a publicar cifras, en enero.
En un hito sombrío que muestra cómo la crisis se ha trasladado de Asia a Europa, el número de muertos de China, tres mil 248, fue superado el jueves por Italia, donde más de tres mil 400 personas han muerto.
Ha habido casi 81 mil infecciones en China, pero menos de siete mil personas siguen enfermas con COVID-19.
Se cree que el virus surgió en un mercado de animales en la ciudad china de Wuhan en diciembre.
En enero, unos 56 millones de personas en Wuhan y la provincia de Hubei fueron sometidas a una gigantesca cuarentena, aunque las autoridades ya comenzaron a disminuir progresivamente las restricciones de viajes y desplazamientos.
Sin embargo, China ahora está preocupada por una segunda ola de infecciones provenientes del extranjero, lo que llevó a varias regiones, incluida Pekín, a obligar a las llegadas internacionales a someterse a una cuarentena durante 14 días.
La Comisión Nacional de Salud reportó 39 nuevos casos importados el viernes, elevando el total a 228.