Google de Alphabet Inc y Apple Inc anunciaron este martes un nuevo sistema que permitirá que las autoridades sanitarias usen los teléfonos inteligentes como ayuda en la trazabilidad del coronavirus sin la necesidad de tener que producir una aplicación.
El sistema -llamado Exposure Notifications Express- permitirá a las autoridades sanitarias enviar un pequeño archivo a Apple y Google. Las dos compañías tecnológicas luego usarán el archivo para configurar sistemas que los dueños de los teléfonos pueden activar para determinar si han estado cerca de alguien que dio positivo al nuevo coronavirus.
En el caso del iPhone, una nueva versión del sistema operativo iOS lanzada este martes alertará a los usuarios si está disponible un sistema de notificación de exposición de las autoridades sanitarias locales y les permitirá configurarlo sin descargar una nueva aplicación.
En los aparatos Android, los usuarios también recibirán un aviso del sistema operativo del teléfono, pero tendrán que descargar una aplicación que se generará automáticamente.
Ambas compañías dijeron que Maryland, Nevada, Virginia, y Washington, D.C., serán los primeros lugares de Estados Unidos que utilizarán el nuevo sistema, que también funciona con herramientas que ambas compañías lanzaron en mayo y permiten a las autoridades sanitarias producir aplicaciones para el iPhone y teléfonos Android que usan señales Bluetooth para detectar la proximidad a una persona que ha dado positivo.
Seis estados de Estados Unidos y cerca de dos docenas de países han lanzado aplicaciones de notificación de exposición basadas en la tecnología de Apple y Google en las últimas semanas, sin grandes fallas.
Las aplicaciones son cada vez más compatibles entre sí, lo que permite seguimientos transfronterizos. Unas pocas jurisdicciones, como Hawái, están desarrollando una tecnología de trazabilidad independiente.
La efectividad de las aplicaciones de notificación de exposición para desacelerar la propagación del coronavirus; sin embargo, sigue estando en duda. La mayoría de los gobiernos no siguen datos detallados sobre el uso de la aplicación, preocupados por la privacidad de los usuarios.