Cancún, 22 de agosto (Infoqroo).- Los recientes apagones en el suministro eléctrico por parte de la Comisión Federal de Electricidad en Quintana Roo han generado un impacto negativo en diversos sectores, particularmente en la industria turística, dejando a los empresarios y ciudadanos preocupados por la falta de respuesta y soluciones de la CFE.
David Ortiz Mena, representante de la Asociación de Hoteles de Tulum y vicepresidente del Consejo Hotelero del Caribe Mexicano, señaló que los apagones han afectado a todos los niveles, desde la parte productiva del estado, como los hoteles, hasta los colaboradores y lugareños.
De hecho, indico que los escenarios en los que se han presentado cortes eléctricos prolongados, incluso de hasta dos días, han generado dificultades tanto en la operación hotelera como en el día a día de la población.
El representante de la industria hotelera expresó que los hoteles cuentan con plantas de luz para mitigar el impacto, pero estas no son suficientes para garantizar un funcionamiento óptimo y completo, lo que afecta a los colaboradores y a los visitantes que se alojan en rentas vacacionales. En zonas como Playa del Carmen, donde los hoteles pequeños carecen de plantas de luz, la situación se torna aún más compleja.
También recalcó que la falta de inversión en infraestructura y el deterioro en el mantenimiento de la red eléctrica son factores que han contribuido a la crisis actual. A pesar de los intentos de comunicación con la CFE, las respuestas obtenidas han sido insatisfactorias, y la falta de aviso previo y de una comunicación clara agudiza la problemática.
De las perspectivas para la temporada baja (septiembre a noviembre) y la alta (invierno) en el Caribe Mexicano, mencionó que el verano ha sido atípico en cuanto a ocupación, con una tendencia a la baja en comparación con años anteriores. El mercado norteamericano ha optado por otros destinos, y la creciente oferta de departamentos y alquileres vacacionales ha competido con la hotelería.
A pesar de estos desafíos, Ortiz Mena expresó que se mantiene la esperanza de una buena temporada de invierno, con la expectativa de alcanzar al menos un 86% de ocupación en destinos como Tulum. Sin embargo, resalta la necesidad de ajustarse a las condiciones cambiantes y de trabajar en soluciones conjuntas para asegurar un turismo próspero y sostenible en la región.