Washington/Ginebra.— El remdesivir tiene un “claro” efecto en el tratamiento de pacientes con Covid-19. Así lo señaló ayer el epidemiólogo y asesor del presidente Donald Trump, Anthony Fauci, en una muestra de que Estados Unidos está poniendo sus esperanzas en este antiviral en el que México ya expresó su interés, al grado de que participa en el protocolo para determinar su eficacia.
En momentos en que Estados Unidos rebasa el millón de contagios y se acerca a los 61 mil decesos, los Institutos Nacionales de Salud (NIH, en inglés) anunciaron que completaron una primera prueba con remdesivir, desarrollado por la empresa de biotecnología Gilead Sciences. Los pacientes hospitalizados con Covid-19 a los que se les administró (mil 63 enfermos) tuvieron una recuperación 31 % más rápida, en concreto 11 días, que los que recibieron placebo, que tardaron en recuperarse una media de 15 días. Según esos resultados preliminares, la tasa de mortalidad en los que tomaron remdesivir fue de 8%, frente a 11.6% de los que consumieron placebo.
Fauci dijo que los resultados del estudio son “buenas noticias. Lo que ha demostrado es que es un medicamento que puede bloquear este virus. Los datos muestran que el remdesivir tiene un claro, significativo y positivo efecto en la disminución del tiempo de recuperación” de los enfermos de coronavirus, afirmó. El optimismo es tal que de acuerdo con medios estadounidenses, la Administración de Fármacos y Alimentos (FDA, por sis siglas en inglés), está por dar el visto bueno para que el antiviral, más conocido por su uso —sin mucho éxito— contra el ébola, sea usado de emergencia para tratar el Covid-19. “Nos gustaría ver aprobaciones rápidas [por parte de la FDA], especialmente con las cosas que funcionan”, advirtió Trump.
Optimismo en México
A fines de marzo, el subsecretario mexicano de Salud, Hugo López-Gatell, anunció que la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) había aprobado tres de cuatro ensayos clínicos en puerta para probar tratamientos contra el Covid-19, que en el mundo suma más de 3 millones de contagiados y más de 227 mil muertos, según la Universidad Johns Hopkins.
Uno de los ensayos es con el remdesivir, que pertenece a una clase de medicamentos que actúan directamente sobre el virus, en vez de controlar la respuesta anormal y autoinmune, muchas veces letal, que genera. La droga es absorbida por el genoma del virus e impide que el patógeno se replique. Se probó también contra el coronavirus causante del MERS; sin embargo, no tiene licencia ni se ha aprobado en ninguna parte del mundo, recordó Gilead, con sede en Foster City, California.
El pasado 20 de abril, el canciller mexicano Marcelo Ebrard tuiteó que había estado, junto con el secretario de Salud, doctor Jorge Alcocer Varela, en una videocoferencia con la gente de Gilead, que “presentó avances sobre las pruebas clínicas del medicamento remdesivir para el posible tratamiento del #COVID19”. Detalló que México “participa en el protocolo para determinar la eficacia del fármaco” y que en el encuentro virtual se analizó cómo el país “puede participar una vez conocidos los resultados de los proyectos que tiene Gilead en curso”.
Piden cautela
Los llamados a la cautela vinieron de la propia Gilead. “Todavía no se ha demostrado que [el remdesivir] sea seguro o efectivo para el tratamiento de Covid-19”, dijo en un comunicado. “Gilead compartirá en breve los datos adicionales sobre remdesivir a partir de las pruebas de la compañía con Covid-19 grave”, añadió.
“Este estudio proporcionará información acerca de si un tratamiento más breve, de cinco días de duración, puede tener una eficacia y seguridad similares al tratamiento de 10 días en la prueba de NIAID (siglas del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas, que dirige Fauci), y otras en curso”.
Un resumen que publicó la semana pasada la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre los resultados de otro ensayo más pequeño hecho en Wuhan, China, reveló que no hubo efectos positivos. La revista médica británica The Lancet publicó ayer el documento formal que describe esa prueba, que no fue concluyente debido a que la participación no fue suficiente (237 de un objetivo de 453): 158 pacientes recibieron dosis diarias de remdesivir y 79 placebos, durante 10 días. El ensayo no mostró ninguna diferencia significativa entre ambos grupos desde el punto de vista de la mejoría de estado clínico, ni de la mortalidad.