La captura y extradición a México de Emilio Lozoya y César Duarte podrían considerarse como dos golpes certeros de la administración de López Obrador contra ex funcionarios del polémico “Nuevo PRI”, encabezados por el ex presidente Enrique Peña Nieto y el hombre más influyente de su sexenio, Luis Videgaray.
Videgaray Caso dirigió la campaña que llevó a Peña Nieto a la presidencia en 2012, aunque en ese entonces AMLO lo acusó de manejar ilegalmente los recursos de la campaña. También diseñó el ambicioso plan de reformas económicas (telecomunicaciones, energía y fiscal) fraguadas en los primeros dos años de la administración del ex presidente priista.
Luis Videgaray nació en el Distrito Federal (ahora Ciudad de México) el 10 de agosto de 1968, se casó con Virginia Gómez del Campo (prima de la actual senadora panista Mariana Gómez del Campo y de Margarita Zavala, esposa del ex presidente Felipe Calderón) con quien procreó tres hijos: Virginia, Luis e Isabel.
Es licenciado en economía por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y doctor en economía por el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés). En 1987 se integró al al Partido Revolucionario Institucional (PRI) como parte del Frente Juvenil Revolucionario y ha ocupado diversos cargos en ese partido, después de su paso por la iniciativa privada.
En 2011 coordinó la campaña de Eruviel Ávila al Estado de México y en 2012 hizo lo mismo con la campaña presidencial de Peña Nieto, a la cual también se incorporaría Emilio Lozoya Austin.
Una vez que Enrique Peña Nieto ganó la presidencia del país, Luis Videgaray Caso fue el coordinador general para la transición gubernamental y luego, Secretario de Hacienda.
Debido a sus grandes habilidades como operador político, fue el principal interlocutor con los legisladores durante la negociación de la Reforma Fiscal, que aumentó algunos impuestos y modificó el régimen de consolidación fiscal. Además, diseñó los Presupuestos de Egresos 2013 y 2014 e instrumentó la Reforma Financiera.
En 2015 el diario estadounidense The Wall Street Journal publicó que Videgaray compró una casa ubicada en Malinalco, en el Estado de México, a un contratista cercano al Gobierno de Peña Nieto. El entonces secretario reconoció que Juan Armando Hinojosa le vendió la propiedad en lo que describió como una operación “legal y dentro de los parámetros del mercado”.
En septiembre de 2016 se vio obligado a renunciar a su cargo luego de la polémica que generó la invitación al entonces candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump y a la candidata demócrata, Hillary Clinton, a México antes de las elecciones del 8 de noviembre de 2016.
Trump (quien durante su campaña había insistido en que México pagaría el muro fronterizo entre ambos países y atacó a los mexicanos que viven en la Unión Americana) aceptó y fue recibido en la residencia presidencial de Los Pinos.
La oposición y la opinión pública estallaron pues consideraron como un agravio la invitación del candidato republicano que se pasó más de un año atacando a los mexicanos.
El ánimo se encendió aún más cuando varios medios de comunicación dieron a conocer que Videgaray fue quien convenció a Peña Nieto de invitar al magnate.
En medio de la polémica, Videgaray aseguró que con la visita de Donald Trump, Peña Nieto “actuó como un hombre de Estado”. Luego abandonó la Secretaría de Hacienda.
Pero su amigo Peña no lo dejó solo y pese a la polémica y el rechazo de la opinión pública por lo sucedido con Trump, el presidente Enrique Peña lo nombró como Secretario de Relaciones Exteriores, cargo en el que reconoció el propio Videgaray, llegaría “a aprender”.
Una vez al frente de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray volvió a imponer sus intereses y anunció que entregaría por decisión del mandatario, la Orden del Águila Azteca a Jared Kushner, yerno de Donald Trump y asesor principal de la Casa Blanca.
El galardón es la más alta distinción que otorga el país a personas extranjeras, por lo que la decisión generó una acalorada polémica. En las redes sociales se publicaron miles de comentarios que cuestionaban que se reconociera públicamente a un alto miembro de un gobierno que calificó de “violadores” y “delincuentes” a los mexicanos y que desea construir un muro en la frontera.
Las tensiones y reacciones que provocó la concesión de este premio llevaron a que Peña Nieto y Luis Videgaray tuvieran que salir a dar la cara para defender la decisión.
Con la captura del ex gobernador de Chihuahua César Duarte, en Miami, Florida, sobre quien pesaban 21 órdenes de aprehensión por delitos como peculado agravado y enriquecimiento ilícito, se abre un nuevo frente contra el ex mandatario Enrique Peña Nieto y contra el hombre que llegó a ser considerado como “vicepresidente”.