Cancún, 29 de septiembre .— El testamento es un acto de amor, un documento que todos deberíamos tener, aseguró el notario Raúl Ramírez Piña, candidato a presidir la mesa directiva del Colegio Nacional del Notariado Mexicano, que se renovará en noviembre próximo.
“Muy pocas personas se preocupan por hacer el testamento. Cada entidad aplica diferentes costos, que van, más o menos, entre mil y mil 200 pesos, no es caro, lo que se resulta caro es no tenerlo y fallecer porque entonces tendrá que entrar un procedimiento muy complejo, muy costoso y llegar a generar un conflicto”, indicó.
La situación actual por la pandemia de covid-19, dijo, ha sensibilizado a algunos, pero no lo suficiente. “El notariado es una función esencial, hemos podido mantener nuestros servicios, desde luego que la gente ha recurrido a nosotros de manera más intensa para firmar testamentos, y el siguiente efecto que veremos va a ser el caso de sucesiones testamentarias, o bien, intestamentarias”.
Cuando una persona fallece, explicó, hay que tramitar la sucesión para saber quién tiene derecho a los bienes y se puede hacer de dos maneras: “si tuviste testamento, entonces se cumple la voluntad del testador con el documento que se llama testamento público abierto; si no lo hiciste, tendrá que entrar un procedimiento intestamentario”.
La situación en México, dijo, con una población de 120 millones de habitantes, del 2003 a la fecha se tiene un registro de únicamente 6 millones de testamentos, porque “hay muchos mitos alrededor de éste y, desde luego, una falta de cultura, de prevención. La gente tiene que saber que es un documento que necesariamente se va a utilizar y hay un hecho innegable, todos nos vamos a morir, lo que no sabemos es cuándo”.
Además de ser un documento útil para la transferencia de bienes, agregó, también sirve para designar un tutor en el cuidado de hijos menores o discapacitados; “es un acto de conciencia, de responsabilidad, que debiéramos fomentar y hacer todos”.
Por otro lado, Ramírez Piña señaló que los próximos días 5, 6 y 7 de noviembre tendrá lugar en Cancún, el XXXIV Congreso Nacional del Notariado Mexicano, “que será de relevancia porque es un evento académico de trascendencia, en cuyo marco se elige a la nueva mesa directiva. Yo represento a una planilla en compañía de un quintanarroense, José Antonio Arjona, que ya fue presidente del colegio estatal y ahora nos acompaña en esta fórmula como candidato a la vicepresidencia de la región”.
Su visión, explicó, es tener un mejor notariado y un mejor servicio a la sociedad, “un notariado en constante capacitación, somos el gremio jurídico más importante de la República mexicana y la capacitación es fundamental, pero también es muy importante trabajar con las legislaturas, que seamos promotores de leyes y estar muy de la mano con los diputados”. (Galu Comunicación)