Así luce la recesión económica de México en una gráfica

A consecuencia de la pandemia de Covid-19, México cayó en una recesión económica cuya profundidad es dos veces peor que la Crisis del Tequila (1994-1995).
A pesar de que el gobierno federal publicó su plan de reapertura de la economía a mediados de mayo, la actividad nacional se hundió 21.6% ese mes, luego de haberse desplomado 19.6% en abril, de acuerdo con la variación anual del Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), una especie de Producto Interno Bruto (PIB) mensual.
Se trata del desplome productivo más severo desde que hay registro comparable a tasa anual, a partir de enero de 1994.
Con este resultado, la economía acumuló 13 meses a la baja, puesto que viene cayendo desde mayo del año pasado, de acuerdo con datos del IGAE.
El Gran Confinamiento por la pandemia de coronavirus provocó daños más duros a la economía que las crisis observadas a lo largo de décadas pasadas.
El retroceso de 21.6% de mayo pasado fue el doble de profundo que el desplome de 10.3% registrado durante octubre de 1995, cuando la producción nacional padecía las peores consecuencias del llamado Efecto Tequila.
En particular, las actividades relacionadas con los servicios sufrieron un descalabro sin precedentes de 19.1% en mayo, las cuales contribuyen con dos terceras partes del PIB y están asociadas al consumo de los hogares en el país.
Los servicios de alojamiento temporal, así como de preparación de alimentos y bebidas, que están vinculados con el turismo, registraron un desplome de 72.1%, el más fuerte de todos los subsectores de la economía.
Por su parte, la industria registró una pérdida inédita de 29.7%, la cual aporta una tercera parte del PIB y está más ligada con el comercio exterior.

Destacó el derrumbe de 35.9% en la construcción y de 35.6% en la industria manufacturera, cuyos desplomes únicamente fueron opacados por los servicios relacionados con el turismo.
La actividad manufacturera del país crecerá a un ritmo pausado hasta que no se confirme un ciclo de recuperación sostenida en la economía de Estados Unidos, principal socio comercial, opinó Ricardo Aguilar Abe, analista de Invex.
Sin embargo, consideró que el aumento del desempleo, la caída en ingresos, así como la incertidumbre asociada con el proceso de recuperación y el control de la pandemia pueden repercutir sobre las decisiones de producción en México, principalmente si la demanda por bienes y servicios se mantiene a la baja.
Finalmente, las actividades agropecuarias crecieron 2.5%, aunque este sector representa menos de 4% del valor total de la economía.
La recesión de mayo fue más profunda de lo esperado por el consenso de analistas consultados por Bloomberg, quienes anticipaban un desplome de 21.1%.
Tras conocer la estimación del PIB para el segundo trimestre de 2020 (abril, mayo y junio) que el Inegi dará a conocer el jueves próximo, analistas volverán a pasar la tijera a sus pronósticos.
Aun con una recuperación en lo que resta del año, la economía va a contraerse 12% durante 2020: dos veces la caída de 1995, estimó Alfredo Coutiño, director para América Latina de Moody’s Analytics.
El siguiente reporte del Inegi probablemente desatará nuevas revisiones a la baja para las proyecciones de 2020, opinó Alonso Cervera, economista en jefe para América Latina de Credit Suisse.
Para Carlos González, analista de Scotiabank, son factibles nuevos recortes en las previsiones del Producto Interno Bruto para este año, dados los negativos resultados en materias de empleo, industria automotriz y ventas internas.
Además del Fondo Monetario Internacional (FMI), hay más de una docena de instituciones financieras cuya expectativa es que la economía se desplome 10% o más durante este año, entre las que se encuentran CitiBanamex, BBVA, Santander, J.P. Morgan y Bank of America-Merrill Lynch.
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