Asocian aborto espontáneo a antibióticos

Cuando son utilizados al inicio del embarazo, muchas clases de antibióticos comunes están asociados a un incremento en el riesgo de tener un aborto espontáneo, de acuerdo a un estudio publicado este lunes en la Revista de la Asociación Médica Canadiense.

Macrolidos, quinolonas, tetraciclinas, sulfonamidas y metronidazola han sido relacionados a índices más altos de pérdida del embarazo, dijeron los investigadores a CNN.

Sin embargo, no se observó una mayor posibilidad de abortar con el uso frecuente de algunos antibióticos, incluyendo la penicilina.

 “Es reconfortante ver que los tratamientos de primera línea y antibióticos que son más utilizados por la población, como la penicilina y cefalosporina no están asociados con un incremento en el riesgo de abortar”, comentó la Dra. Anick Bérard, investigadora y miembro de la Facultad Farmacéutica de la Universidad de Montreal, a través de un correo electrónico.

La nitrofurantoina -utilizada frecuentemente para tratar infecciones en el tracto urinario- y la eritromicina -prescrita para infecciones respiratorias y de la piel, así como también la clamidia, enfermedades inflamatorias pélvicas y la sífilis- tampoco estuvieron vinculadas a un riesgo más alto de pérdida del embarazo.

La eritromicina también es recetada a las mujeres embarazadas para impedir la infección de estreptococos del Grupo B en los recién nacidos.

Los médicos no prescriben las tetraciclinas durante el embarazo debido a que existe la preocupación de que haya defectos de nacimiento, las quinolonas son evitadas mayormente.

Los macrolidos usualmente son prescritos cuando no puede usarse la penicilina para combatir las infecciones de estreptococos y neumococos.

Las sulfonamidas son usadas en las infecciones del tracto urinario y del oído, bronquitis, infecciones oculares.

La metrodinazola es recetada para infecciones vaginales, del estómago, piel, articulaciones y el tracto respiratorio.

El riesgo es “pequeño”

En 2013, investigadores daneses reportaron que existe una relación entre el antibiótico claritromicina y el aborto espontáneo.

Entre 1998 y 2009, Bérard y su equipo observaron la información de los registros médicos de mujeres en la Cohorte de Embarazos de Quebec.

Cubiertas por el plan de seguros de medicamentos de Quebec, el rango de edades de las participantes fue de los 15 a los 45 años.

El equipo de investigación de Bérard comparó los resultados de los embarazos cuando fueron prescritos diferentes tipos de antibióticos al inicio del embarazo.

Encontraron 8 mil 702 casos de abortos espontáneos diagnosticados, que ocurrieron en promedio a las 14 semanas de embarazo.

El equipo comparó esos datos con 87 mil 20 embarazos en los que no ocurrió un aborto.

De las mujeres que abortaron, el 16.4 por ciento, o sea, mil 428 mujeres, tomaron antibióticos durante el inicio de la gestación, comparado con el 12.6 por ciento, 11 mil 18 mujeres, que no los tomaron.

El uso de antibióticos fue definido por las prescripciones.

 “Nuestro estudio trató de detectar únicamente la exposición a los antibióticos durante la primera etapa del embarazo”, hizo notar Bérard.

Generalmente, cuando una mujer no toma antibióticos durante el embarazo, su riesgo de abortar es de un 6 a 7 por ciento.

En el estudio, las mujeres que tomaron ciertos antibióticos al inicio del período de gestación, el riesgo se incrementó del 9 al 10 por ciento.

 “El riesgo sigue siendo pequeño”, aseguró Bérard.

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