Astronautas cultivan lechugas en el espacio

Lechugas cultivadas en la Estación Espacial Internacional (EEI) mostraron ser aptas para el consumo humano, lo que abre la puerta para la sustentabilidad de los viajes de larga duración y sumar a pimientos y tomates.

El cultivo fue hecho entre 2014 y 2016 y consistió en lechugas romanitas rojas, con el resultado de que el producto obtenido está libre de microbios que causan enfermedades y tan nutritivo como el que crece en la Tierra, sin importar la menor gravedad y radiación más intensa.

Estas lechugas dan a los astronautas potasio, vitaminas K, B1 y C, sustancias ausentes en los actuales alimentos que consumen las tripulaciones espaciales.

Semillas de la planta de la familia Asteraceace fueron objeto de cultivo de 2014 a 2016 en el Vegetable Production Systems o “Veggie”. Tuvieron un crecimiento de 33 a 56 días, con miembros de la tripulación de la EEI de esa época como los primeros que degustaron sin mostrar daño.

Los restos fueron sometidos a procesos de congelación para su análisis en laboratorios terrestres, donde al ser comparados con las lechugas de control cultivadas en ellos se encontraron similares.

Hubo diferencias, específicamente que en algunas las espaciales tenían un contenido más alto de potasio, sodio, sulfuro, zinc y moléculas con probada actividad antiviral, anticancer y antiinflamatoria, mientras los niveles de antioxidantes son similares.

Las comunidades microbianas que crecen en las lechugas espaciales son similares a las terrestres, pero se encontró que ninguna corresponde a las que usualmente se consideran peligrosas para los seres humanos, como la E. coli, Salmonella y S. aureus.

Por ello la conclusión es que las lechugas espaciales son seguras como alimento, afirma Christina Khodadad, investigadora del Centro Espacial Kennedy en trabajo publicado por Frontiers in Plan Science y citado por el sitio especializado phys.org-

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