Atrae Quintana Roo a migrantes con mayor capacitación y estudios

La migración hacia Quintana Roo ha sufrido cambios drásticos en los últimos años. La mayoría de los recién llegados al Caribe mexicano ya no son adultos con escasa escolaridad, sino que ahora son personas con mayor capacitación y mejores estudios que buscan emprender un negocio o simplemente colocarse en el mercado laboral.

De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), siete de cada 10 inmigrantes nuevos provenientes de otras entidades son personas con estudios mínimos de preparatoria o recién egresados de la educación superior.

A diferencia de los migrantes que llegaron hasta 2010, cuya mayoría buscaba insertarse en el sector de la construcción, como albañiles o como meseros en restaurantes y los grandes hoteles;  estos llegan con la idea de ser emprendedores en sus propios negocios o colocarse en trabajos como gerentes o en servicios especializados: diseño gráfico, organización de bodas, asesoría, etc.

Los números más actuales indican que en los últimos 10 años, 248 mil 177 personas de más de tres años de edad, dejaron sus lugares de origen en busca de un nuevo comienzo, principalmente, en ciudades como Cancún y Playa del Carmen, que antes de la crisis sanitaria garantizaban oportunidades de desarrollo y empleo.

El 36.37% de esa cantidad contaba, al momento de cambiar su residencia, con estudios mínimos de nivel medio superior, mientras que otro 31.53% tenía estudios de cuando menos el nivel de licenciatura o carrera técnica. El resto de los migrantes son personas sin escolaridad o en su caso, menores en edad de cursar la educación básica (preescolar, primaria y secundaria).

El estudio “La situación demográfica de México” elaborado con base en la Encuesta Intercensal 2015, una estimación previa al conteo poblacional casa por casa, refiere que muchos de los migrantes llegan procedentes de estados del centro del país, directamente a los municipios de Solidaridad y Benito Juárez.

“Esta situación sin duda está relacionada con la etapa de vida de estas personas: recién graduadas, en búsqueda de sus primeros empleos profesionales, continuando con su formación académica mediante estudios de posgrado, los cuales también son requeridos ante la inexistencia de plazas laborales”, señala el documento elaborado por el Consejo Nacional de Población.

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