El movimiento social de apoyo a los padres, familiares y compañeros de los 43 normalistas desaparecidos cobra más fuerza. El miércoles por la noche, en el marco de la tercera jornada de acción global por Ayotzinapa, miles de personas y estudiantes regresaron a las calles para elevar el tono y exigir al gobierno resultados concretos en las investigaciones sobre la localización de los normalistas.
Minutos después de las 16:00 varios contingentes de estudiantes de escuelas y universidades de la Ciudad de México y otras regiones del país, así como ciudadanos y organizaciones sociales partieron de las inmediaciones de Los Pinos con dirección al Zócalo, para fortalecer la demanda unísona: la presentación con vida de los 43 estudiantes desaparecidos.
Al llegar a la plancha del Zócalo, los padres de los jóvenes de Iguala señalaron que no les interesa a cuántas personas detengan lo único que desean es reencontrase con su hijos.
“No nos interesa a cuántos agarren, a nosotros nos interesa que nos regresen a nuestros hijos”, expresó uno de los padres de los 43 estudiantes.
Aseguraron que las autoridades quieren cerrar el caso y que no van a permitir que mañana les digan que encontraron muertos a los jóvenes, pues precisaron que para ellos sus hijos están vivos hasta no tener los resultados de los exámenes que realizan peritos argentinos a los cuerpos localizados en las fosas clandestinas en Iguala y Cocula.
Durante el mitin, un estudiante de la escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos exigió que todos los responsables sean castigados, pues dijo que no solo tienen responsabilidad el exalcalde de Iguala, José Luis Abarca, y su esposa María de los Ángeles Pineda, sino el gobierno federal y estatal, al asegurar que hubo omisiones.
“Ya estamos hartos de promesas, queremos a nuestros compañeros ya”, sentenció.
Según datos del Gobierno del Distrito Federal en la tercera súpermarcha participaron 20 mil personas.
Asimismo, de acuerdo con la Asamblea Universitaria, 115 escuelas, bachilleratos y universidades se sumaron al Paro Nacional Estudiantil convocado entre el 5, 6 y 7 de noviembre.
Desafortunadamente, lejos de la marcha civil, un grupo de anarquistas incendiaron una unidad del Metrobus y vandalizaron la estación Ciudad Universitaria (CU).
Los anarquistas cerraron la vialidad y obligaron a los pasajeros a descender del autobús, por lo que arremetieron con piedras tubos y palos y posteriormente arrojaron combustible para prenderle fuego.
Al lugar se desplazó el Secretario de Seguridad Publica del DF, Jesús Rodríguez Almeida, y un grupo de granaderos que fueron agredidos con toda clase de proyectiles. Para evitar ser detenidos los delincuentes se introdujeron a la máxima casa de estudios, no obstante, la policía logró retener a tres de ellos.
Los daños causados por los encapuchados a la unidad ascienden a seis millones de pesos, mientras que los ocasionados la estación CU son cercanos a los 17 millones de pesos.