Aumenta tensión entre EE.UU. y China por acusaciones de espionaje

Washington.— En una serie de acusaciones por espionaje, ayer subió la tensión diplomática entre Estados Unidos y China.
En el más reciente episodio, una investigadora de la nación asiática que permanecía refugiada en el consulado de su país en San Francisco fue detenida por las autoridades estadounidenses, informaron ayer fuentes del Departamento de Justicia, con lo que ya son cuatro científicos arrestados por presunto fraude en su solicitud de visado.
Juan Tang, quien, de acuerdo con la dependencia, permanecía refugiada en la sede diplomática, aparece bajo “custodia” en los registros del Departamento del Alguacil del condado de Sacramento, la capital de California.
Además, un singapurense se declaró culpable en un tribunal de Washington de usar su empresa consultora en Estados Unidos para recolectar información que entregaba a los servicios de inteligencia chinos. Jun Wei Yeo, también conocido como Dickson Yeo, afirmó que operaba ilegalmente como agente extranjero, por lo que enfrenta hasta 10 años de prisión.
Según su admisión de culpabilidad, este doctor en políticas públicas fue reclutado en 2015 por agentes de Beijing para proporcionar información sobre países de Asia, pero luego se le pidió que se concentrara en Estados Unidos.
Estos hechos ocurren en un contexto de extrema tensión entre Beijing y Washington, que en los últimos días ha arreciado sus acusaciones de espionaje contra China, al llegar incluso a ordenar el cierre del consulado chino en Houston bajo sospechas de ser un “epicentro” de espías del régimen comunista.
El cierre del consulado chino en Houston es un “mensaje” para que los diplomáticos chinos “cesen” sus actividades de espionaje industrial en el territorio, declaró un alto responsable estadounidense que pidió no ser identificado.
En un crítico y oscuro discurso, el secretario de Estado, Mike Pompeo, dijo hace dos días que el viejo paradigma de relaciones con Beijing “ha fallado” y que no se debe volver a él. Acusó a los líderes comunistas chinos de mentir y, trazando un paralelismo con la Guerra Fría con la Unión Soviética, enmarcó las relaciones como una dicotomía entre el “mundo libre” y la “tiranía”.
En respuesta, la cancillería china anunció su decisión de “revocar el consentimiento” para establecer el Consulado de Chengdu, capital de la provincia suroccidental de Sichuan, y exigir “el cese de todas sus operaciones”. El Ministerio de Asuntos Exteriores afirmó que se trata de “una respuesta legítima y necesaria contra la acción injustificada” de Washington de ordenar el cierre de su consulado en Houston.
El portavoz de Exteriores, Wang Wenbin, señaló que los diplomáticos estadounidenses enviados a Chengdu participan en actividades que no son coherentes con su misión, y que China ha presentado múltiples quejas al respecto.
Sobre el mensaje de Pompeo, declaró: “Sus comentarios ignoran los hechos, convierten en negro el blanco y están llenos de sesgo ideológico. Su mentalidad es la de la Guerra Fría, es indignante. No es más que un surtido de mentiras”. También ayer, China acusó a algunos países de difundir falsas informaciones en una comunicación por video con Rusia, cuando la nación sostiene una estrecha alianza a medida que se degradan sus relaciones con la Casa Blanca.
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