Lejos de estar erradicada, la tuberculosis en México va en aumento. En tres años, los casos reportados de la enfermedad crecieron 183 por ciento, al pasar de 16 mil 82 en 2017 a 45 mil 637 en 2019, según el registro del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica de la Secretaría de Salud.
DÓNDE HAY MÁS CASOS DE TUBERCULOSIS
- La infección, causada por la bacteria Mycobacterium Tuberculosis, en este periodo reportó en el Estado de Veracruz el mayor número de casos a nivel nacional con 8 mil 418.
- Le siguen el Estado de Guerrero, con 7 mil 328; Baja California, con 5 mil 951; el Estado de México, con 5 mil 185 e Hidalgo, con 4 mil 942 casos reportados.
- También se suman Sinaloa, con 4 mil 877 casos; Chiapas, con 3 mil 789 y Chihuahua, con 3 mil 482.
- En algunos Estados, el repunte de la enfermedad fue significativo. En Guerrero, por ejemplo, la cifra pasó de 889 casos en 2017, a 5 mil 482 el año pasado; el Estado de México transitó de 449 a 4 mil 255 casos; Hidalgo de 109 llegó a 4 mil 651; y Chihuahua, de 510 a 2 mil 424 casos.
- En un informe solicitado por Grupo REFORMA, la Unidad de Transparencia de la Secretaría de Salud reportó que en los últimos 7 años, de 2013 a 2019, se registraron en el país un total de 150 mil 272 casos de tuberculosis, lo que representa un aumento de 26 por ciento en ese periodo.
Sin embargo, las cifras no coinciden con las que registra de manera periódica el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica de la misma dependencia.
CÓMO SE TRANSMITE LA TUBERCULOSIS
La tuberculosis se transmite de persona a persona a través del aire, cuando un enfermo tose, estornuda o escupe.
El mal, que genera tos persistente, acompañada de fiebre, pérdida de peso y fatiga, puede afectar cualquier órgano del cuerpo, aunque en el 80 por ciento de los casos ataca el sistema respiratorio, particularmente los pulmones.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), una una tercera parte de la población mundial tiene tuberculosis latente.
Ante ello, en 2014 el organismo lanzó la Estrategia Mundial Fin de la Tuberculosis, con el objetivo de terminar con esta epidemia para 2035.
¿EXISTE UNA VACUNA CONTRA LA TUBERCULOSIS?
De acuerdo con la página de Salud del Gobierno de México, en México la vacunación por Bacillus de Calmette y Guérin (BCG) se aplica de manera universal y gratuita a recién nacidos (preferentemente antes de salud de la unidad de salud donde nació), con lo que se previene la aparición de formas graves de tuberculosis como la del sistema nervioso central o meníngea, que es de muy alta mortalidad.
LA TUBERCULOSIS PUEDE PREVENIRSE
Hay varias medidas destinadas a disminuir, reducir y/o evitar la transmisión de la tuberculosis: como por ejemplo la identificación oportuna de personas con tos y flemas de más de 15 días con realización inmediata de examen de la flema (baciloscopía), establecer el diagnóstico de manera rápida, inicio rápido y SUPERVISIÓN ESTRICTA de la toma del medicamento por parte del personal de salud, evitar tiempos de espera prolongados en las salas de los centros de salud y/o hospitales.
Es importante que se fomente la ventilación en los lugares donde se encuentren los afectados y optimizar la ventilación natural abriendo las ventanas y las personas se cubran la boca con un papel, pañuelo y/o servilleta al momento de toser o estornudar.
Es necesario que el personal de salud identifique síntomas respiratorios en quienes conviven con un afectado por esta enfermedad (estudio de contactos), dependiendo de la edad y si tienen antecedentes de haber sido vacunados, si los contactos de un enfermo de tuberculosis, son menores de 5 años o de cualquier edad que tengan alguna condición que disminuya las defensas del cuerpo y que no presentan síntomas de tuberculosis se les puede brindar tratamiento preventivo para evitar que desarrollen la enfermedad. Es importante mencionar que la vacuna previene las formas graves de tuberculosis esto es la meningitis por tuberculosis.
La tuberculosis es una enfermedad que se puede curar. El tratamiento está disponible y es gratuito en todas las unidades del Sistema Nacional de Salud. En general tiene una duración de 6 meses, tiempo en el que un paciente debe tomar sus medicación sin interrupcciones, aunque en el transcurso de este tiempo se sienta completamente curado.
Si un paciente deja a medias el tratamiento, la enfermedad puede reactivarse y convertirse en farmacorresistente, lo cual implica un nuevo tratamiento, mucho más prolongado, de 2 o más años y con fármacos que implican un inyectable por lo menos 10 meses aparte de los efectos adversos del resto de los medicamentos en esta situación de fármacorresistencia.