El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, reconoció que aún cuando existen recompensas económicas y protección a testigos, su gobierno “no sabe a ciencia cierta” qué pasó con los 43 jóvenes desaparecidos en Iguala, Guerrero, en septiembre del 2014.
Al conmemorar el bicentenario de la promulgación del plan de Iguala desde el cerro del Tehuehue en este municipio guerrerense, el presidente de México acusó que “el pacto de silencio” entre criminales y autoridades prevalece, por lo que este caso se ha convertido en una espina clavada en el alma.
“Es tan terrible la asociación delictuosa que produjo esta tragedia y el pacto de silencio que establecieron que aún con 82 detenidos y con el ofrecimiento de protección y recompensa pocos de ellos hablan y todavía no sabemos a ciencia cierta dónde están los estudiantes de Ayotzinapa” destacó en el acto celebrado en el asta monumental de Iguala, Guerrero y que tuvo como invitado de honor al presidente de Argentina, Alberto Fernández.
Pese a reconocer que casi nadie quiere revelar lo sucedido con los normalistas, López Obrador aseguró que “no se cansará” hasta saber qué pasó la noche y madrugada del 26 y 27 de septiembre del 2014.
“Esto no quiere decir que nos daremos por vencidos o nos cansaremos de buscar a los jóvenes desaparecidos; por el contrario, el hablar aquí en esta fecha importantísima enla historia de nuestro país significa seguir llamando a todo el pueblo para que se informe de todo lo que se sepa sobre estos tristes hechos y vengo a refrendar nuestro compromiso de no claudicar, encontrar a los jóvenes y castigar a los responsables; el caso de Ayotzinapa es una espina que traemos clavada en el alma” expresó al reiterar que la verdad histórica ya se desvaneció.
Agregó que seguirá trabajando coordinadamente con la Fiscalía General de la República y el poder judicial de la federación para saldar la deuda que se tiene con las madres y padres de los estudiantes y con la honra de México.
Fuemte: LethalCrysis