El Banco Central rebajó su expectativa de crecimiento económico a un rango de entre 1.3 y 2.3 por ciento. Su pronóstico original era de entre 3 y 4 por ciento.
Ante el panorama de incertidumbre por las decisiones en materia comercial y fiscal que podría tomar el gobierno estadounidense, el Banco de México (Banxico) redujo su expectativa de crecimiento económico para este año y el siguiente.
Para 2017 lo bajó de un rango de 1.5 a 2.5 por ciento a uno de 1.3 a 2.3 por ciento y para 2018, pasó de 2.2 a 3.2 por ciento a 1.7 a 2.7 por ciento.
Agustín Carstens, gobernador del Banxico, explicó en conferencia durante la presentación del informe trimestral de inflación, que la incertidumbre prevaleciente ha influido en la confianza de los consumidores y empresas en México.
La reducción en la tasa de crecimiento representa una menor generación de empleos.
La salida. Carstens reiteró que el retraso de su salida del Banxico, que ahora será el 30 de noviembre, obedece al periodo de retos que enfrenta el país y aseguró que se dará una transición ordenada en la gubernatura.
Las medidas. El gobernador de Banxico consideró ineludible mantener la apertura comercial del país y buscar mayor diversificación en los mercados destino de las exportaciones mexicanas e importaciones y del origen de la IED.
Previo a la revisión, Banxico tenía contemplados de 600 mil a 700 mil nuevos puestos, pero ahora se espera una generación de 580 mil a 680 mil nuevos empleos para 2017.
Para 2018 también disminuyó la expectativa, al pasar de un rango de 650 mil a 750 mil a uno de 620 mil a 720 mil puestos de trabajo.
Un menor crecimiento económico también representará una menor recaudación de recursos tributarios, pero estos podrían compensarse con los ingresos petroleros, lo cual a su vez ayudaría a la Secretaría de Hacienda a llegar al superávit primario que se ha propuesto para el fin de este año, indicó Alejandro Cervantes, subdirector de Análisis Económico de Grupo Financiero Banorte.
Las calificadoras de crédito están pendientes de este indicador.
Carstens Carstens añadió a este respecto que también el Banxico está atento a la calificación soberana y a los posibles impactos que pudiera tener una reducción sobre la economía.
“En términos de la calificación soberana, podría tener un impacto en resultados, sin embargo soy optimista en el sentido de que la Secretaría de Hacienda ha venido tomando medidas que son responsables. Está en línea con el cumplimiento de sus objetivos, realmente es muy importante el cumplimiento del superávit primario este año; en el margen sí podría tener un impacto, pero no creo que pueda ser tan significativo”, dijo Carstens.
Detalló que hacia finales de este año se espera que la inflación se vea afectada de manera temporal por cambios en los servicios por la depreciación del tipo de cambio real y el impacto transitorio de la liberalización de las gasolinas.