El ex secretario de Transporte de Argentina, Ricardo Jaime, se entregó hoy a la justicia después que un juez emitió una orden de detención en su contra por un caso de corrupción que forma parte del abultado expediente del ex funcionario.
Jaime, quien ya cuenta con tres condenas, fue secretario durante los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández, pero en 2009 tuvo que renunciar luego que ocurrió una de las peores tragedias ferroviarias de la historia del país que dejó 51 muertos.
El juez Julián Ercoloni ordenó este sábado su detención y la de otros dos ex funcionarios en el marco de una causa que investiga la compra irregular de trenes a España y Portugal realizada en 2005, por lo que Jaime se entregó un rato después en una delegación policial de la ciudad de Córdoba.
De acuerdo con el magistrado, el gobierno pagó 100 millones de euros (unos 114 millones de dólares) por trenes que no servían y quedaron arrumbados como chatarra, pero en realidad parte de ese dinero fue a parar a manos de Jaime.
En esta ocasión se le imputa el delito de malversación de caudales públicos, pero su situación judicial es incierta porque podría ser liberado una vez que declare, que es lo que pretende su abogado.
La detención de Jaime alteró el clima político en el país sudamericano, ya que es un emblema de la corrupción que predominó durante los gobiernos kirchneristas, y aunque ya había sido condenado, seguía libre porque los fallos judiciales en su contra todavía no están firmes.
El ex secretario ya fue condenado en procesos anteriores por robar evidencia judicial durante un allanamiento, sobornar a empresarios y por su responsabilidad en la tragedia del tren que chocó en 2009 en la estación Once de Buenos Aires.