Café Negro | Óscar González Ortiz

Borge cierra filas

 


 Óscar González Ortiz

El día anterior, aquí en la Península de Yucatán, Roberto Borge Angulo preconizó la valentía del presidente Enrique Peña Nieto por enfrentar la crisis de seguridad, corrupción gubernamental y derechos humanos que atraviesa el país de la manera como lo hace. En tiempos de obvios deslindes lo más fácil hubiera sido asumir que en esta región tenemos los más bajos índices en materia delincuencial, que nuestro estado es uno de los de mayor crecimiento económico, de inversión y empleo, pero el gobernador de Quintana Roo entendió muy bien que los problemas del país son de Estado. Quién sabe: tal vez se deba a que como presidente de la Comisión de Turismo de la Conago siente la responsabilidad de defender no sólo a esta entidad sino a toda la nación. Hubiera sido fácil, pero todos somos mexicanos.

En el mundo, ciertamente, no se habla sólo del estado de Guerrero y sus municipios avasallados por la delincuencia organizada, que se infiltró básicamente en los gobiernos perredistas –aunque no sólo en ellos–, así que lo que está en juego es el país entero.A la visita del miércoles de Peña Nieto a Quintana Roo siguió la presentación ayer del plan presidencial para enfrentar la grave problemática que destapó el caso Guerrero, pero que se remonta a varias décadas de crimen e impunidad ante un Estado por lo menos omiso, sino es que incluso facineroso. Los resabios del autoritarismo priista de 71 años se potenciaron en los sexenios de los panistas  Vicente Fox Quesada y Felipe Calderón Hinojosa.

De manera paradójica, a la permisión del primero –sesgada a favor de ciertos grupos delincuenciales… léase “Chapo” Guzmán— y a la “guerra” del segundo –que salvaguardó a otros– le tocan a Peña como un reto nacional que ya se volvió clamor mundial.Por eso es que llama tanto la atención que el gobernador Borge, que bien podría lavarse las manos como Poncio Pilatos, pues en Quintana Roo afortunadamente no tenemos problemas de las dimensiones que agobian a los estados del sur, centro y noreste de la nación, entre la visita presidencial al Caribe mexicano y la presentación del plan de Peña no dudó en cerrar filas con su correligionario de Los Pinos.

Roberto Borge tiene claro que la crisis que padece el país nos involucra a todos los mexicanos, pues no porque se trate de gobiernos perredistas infiltrados por las bandas criminales o porque los miles de desaparecidos de los últimos lustros se le estén cargando al presidente, y no somos ajenos. La afectación es lesiva para el país y no sólo para las regiones y los gobiernos locales.Aplaudió el mandatario quintanarroense el plan del presidente, porque asaz criticado a botepronto por la oposición –sobre todo por los alicaídos perredistas, huérfanos por la salida de su fundador Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y contritos por haber avalado al felón alcalde de Iguala José Luis Abarca y a su esposa María de los Ángeles Pineda, la verdadera jefa de la mafia– en verdad plantea salidas concretas al trance.

Peña planteó una iniciativa de reforma constitucional que facultará al Congreso para expedir la Ley contra la Infiltración del Crimen Organizado en las Autoridades Municipales. Otra iniciativa redefinirá por completo y dará claridad al sistema de competencias en materia penal, a fin de que los diferentes órganos de Gobierno asuman su responsabilidad en ese ámbito.

Lanzó un iniciativa de reforma constitucional para establecer las Policías Estatales Únicas, y como acción de gobierno anunció que se acelerará el establecimiento de un número telefónico único para emergencias, a nivel nacional, que permitirá a los mexicanos contar con un medio eficaz para pedir auxilio en casos de urgencia, y el impulso al establecimiento de la Clave Única de Identidad para acceder más fácil a trámites y servicios gubernamentales.

A manera de estrategia inmediata sobre la zona de crisis anunció la realización de un operativo especial en la región conocida como Tierra Caliente, ampliando el despliegue de las fuerzas federales en municipios de Guerrero y Michoacán.

De manera adicional, Peña anunció el envío en el próximo periodo ordinario de sesiones del Congreso de la Unión de una amplia agenda de reformas para mejorar la justicia cotidiana.

Las acciones en materia de derechos humanos que adelantó el presidente incluyen una iniciativa de reforma que faculta al Congreso de la Unión para expedir las leyes generales en materia de tortura y desaparición forzada. Prometió que se fortalecerán los protocolos y procedimientos para que en casos de tortura, desaparición forzada y ejecución extrajudicial, y para que las investigaciones sean oportunas, exhaustivas e imparciales. Dijo que se establecerán indicadores adicionales en materia de derechos humanos, en coordinación con la Comisión Nacional y organizaciones de la sociedad civil.

Afirmó que se creará un Sistema Nacional de Búsqueda de Personas no Localizadas, así como un Sistema Nacional de Información Genética. También se publicará el Reglamento de la Ley General de Víctimas y se pondrá en operación el Fondo de Ayuda, Asistencia y Reparación Integral, así como el Registro Nacional de Víctimas.

El respaldo del Ejecutivo federal al Sistema Nacional Anticorrupción y a la ley reglamentaria de la reforma constitucional en materia de transparencia que se discuten en el Congreso de la Unión será franco.

Según informó Peña, se fortalecerán los principios de gobierno abierto, para lo cual instruyó a la Secretaría de la Función Pública a desarrollar un portal de información sobre los proveedores y contratistas de toda la Administración Pública Federal, para que cualquier ciudadano conozca el número y monto de contratos de cada dependencia federal.

Esto es lo que Roberto Borge, sin deberla ni temerla, apoyó abierta y decididamente en este par de días, pues está consciente de que desde el presidente de la república hasta el último edil de cualquiera de los más de dos mil 500 municipios forman parte del Estado mexicano, el cual está en estos momentos en entredicho.

Las protestas son oportunas, dignas y justas. Necesarias incluso. Pero tal vez llegó la hora de buscar una salida. Hay que, por lo menos, atender la que propone el presidente.

GRILLOGRAMA

Felices…

Si en ese quiero y no puedo

El país se va a entrampar

Ni hablar, no hay más que pensar:

La quieren hacer de p…

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