Este jueves los normalistas continuaron el vandalismo que los ha caracterizado. Secuestraron vehículos de empresas repartidoras. Quisieron tomar el ADO y suspender el tránsito de los autobuses. Tomaron la caseta de Huitzo. Pidieron “cooperación voluntaria”.
Te invito a Oaxaca, dicen los promocionales en los que el gobierno de Oaxaca ha invertido para atraer el turismo. Sin embargo, la invitación parecen haberla aceptado los grupos de presión que han dañado la imagen de la ciudad. El Zócalo de Oaxaca es de nueva cuenta un centro de anarquía.
A los vendedores ambulantes, indígenas triquis que ocupan de manera permanente los pasillos y protestas cotidianas, se sumaron ahora una veintena de casas de campaña de normalistas.
Dicen que provienen de las 11 normales de Oaxaca. Están ahí con todo y familia, conviviendo con perros callejeros, basura y todo lo que se reúne en torno del Zócalo.
El gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, ha sostenido diversos encuentros con la Sección 22 del SNTE.
Apenas en el último encuentro, el que presidió por exigencia de la dirigencia sindical, informó que se darían las plazas a más de 700 normalistas.
El anuncio no sirvió para contener la protesta. El Zócalo de Oaxaca fue tomado por estos grupos de presión y vuelve a notarse la falta de autoridad.
La pestilencia es parte del entorno. Pero las autoridades no ocupan el Palacio de Gobierno desde que se inició el plantón.
Los señoritos del Palacio, que se distinguen por sus finos cortes, no pasan por este deplorable espectáculo. Ni siquiera sus camionetas de reciente modelo están cerca.
Solo los guardias de seguridad que no atinan a saber en dónde se realiza tal o cual trámite.
El Palacio mantiene las puertas cerradas y la parálisis administrativa a casi 100 días de gobierno.
Este jueves los normalistas continuaron el vandalismo que los ha caracterizado. Secuestraron vehículos de empresas repartidoras.
Quisieron tomar el ADO y suspender el tránsito de los autobuses. Tomaron la caseta de Huitzo. Pidieron “cooperación voluntaria”.
Para Sebastián López, representante de los egresados 2015-2016, la seguridad laboral es un derecho que les asiste y por lo cuan justifican sus acciones.
“Acabamos de tener interlocución directa con la Segego”, explicó el futuro profesor de Oaxaca que busca con la presión una plaza de docente.
Dijo que su problema lleva un año ocho meses, pero en los ciclos de los normalistas oaxaqueños, las protestas inician con el examen de admisión, para el ingreso a las normales; después, para el pase de cursos y luego, cuando egresan, que es el momento en que piden las plazas.
Se fueron a Ciudad Administrativa “pero hacemos la advertencia, si no nos resuelven nuestra petición, vamos a reanudar estas acciones”.