CANCÚN, 25 de mayo.— La alcaldesa Mara Lezama Espinosa anunció la cancelación de la licencia de construcción para el complejo hotelero Gran Solaris Cancún.
En las últimas semanas el inicio de obras de ese proyecto generó inconformidad entre ambientalistas y grupos de la sociedad civil, debido a que afectará la vista panorámica en playa Delfines.
Los inversiones aprovecharon la cuarentena para realizar trabajos de delimitación del terreno, pero las protestas no se hicieron esperar.
Aunque el predio destinado a ese hotel no forma parte de la playa Delfines, sí colinda con éste y cualquier edificio que se levante afectará la espectacular vista al Mar Caribe.
No es la primera vez que se suspende la construcción de una inversión en ese predio de la zona hotelera.
En febrero de 2018 la Sala Constitucional del Tribunal Superior de Justicia del Estado concedió un amparo a la Asociación Salvemos Manglar Tajamar que permitió una suspensión temporal para su construcción.
A través de un video mensaje, Mara Lezama señala que el secretario de Ecología y Desarrollo Urbano Heyden Cebada dará a conocer los detalles y alcances de la decisión de cancelar la licencia de construcción.
“Esta decisión es resultado de meses de investigación y en cumplimiento de los mandatos legales que nos rigen. Es un caso que nos antecede en el tiempo y a nuestra administración”, indicó.
“Por eso tuvimos que buscar y revisar a detalle los permisos otorgados, para estar certeros de que se cumplan con todas y cada una de las reglamentaciones y normas correspondientes”, agregó.
“Al tratarse de una situación excepcional, plenamente justificada, los inversionistas pueden estar tranquilos de que hemos respetado y haremos respetar la ley como hasta ahora”, subrayó.
“Exhortamos a todos los desarrolladores a seguir prestando especial atención al tema ambiental. Si algo hemos aprendido de la devastadora pandemia, es que nunca serán demasiados los esfuerzos que podamos invertir en el medio ambiente”, asentó.
El proyecto se trata de un complejo de 449 cuartos con una inversión aproximada de 90 millones de dólares, que incluye un campo de golf.