Indio.- El cancunense Miguel “Alacrán” Berchelt se convirtió en el segundo campeón mundial de boxeo nacido en Quintana Roo tras destronar a Francisco “Bandido” Vargas en un gran duelo celebrado en Calfornia.
El cancunense fue dominando poco a poco al rival, gradualmente, hasta desfigurarlo y obligar al réferi Raúl Caiz a detener una paliza a la que el valiente guerrero nunca quiso claudicar, pero que concluyó en el round 11 para su bien y para darle a su oponente y verdugo el campeonato mundial de peso súperpluma en la versión del CMB.
Con su triunfo a los 2:19 del undécimo round, Berchelt se convirtió en el mexicano número 14 en conquistar un título mundial de este peso, el 31 en la historia del CMB y el segundo en la historia de Quintana Roo.
Berchelt hizo buenos varios pronósticos que lo señalaban como favorito y despejó dudas sobre su altísimo nivel que nfirmó con una exhibición contundente, cerebral, de manejo de pelea y de no desesperarse a pesar de tener amplio dominio, superioridad manifiesta sobre un rival al que quizás pudo haber concluido antes, pero al que acabó cuando seguir no era una opción y sí un riesgo para su integridad.
Fue la victoria número 31 en 32 peleas con 28 nócauts del representado por Max Boxing de Mario Abraham, quien además de quitarle el título a un gran campeón le arrebató la etiqueta de invicto en su pelea 24, tras 23 éxitos previos, 17 de ellos por la vía del cloroformo.
Ante un lleno en el Fantasy Springs Casino de esta localidad californiana, Berchelt aplicó su boxeo y la estrategia que le fue encomendada por su manejador Alfredo Caballero para sumar puntos, sumar rounds y un campeonato mundial que lo pone como sucesor de gente como Alexis Argüello, Azumah Nelson, Floyd Mayweather, Manny Pacquiao y Julio César Chávez.
Luego de un inicio de estudio y poca acción, el de la Península de Yucatán sacó ventaja de su mayor alcance y velocidad de manos para castigar la cabeza del campeón que inmediatamente resintió sus impactos.
La diferencia en los efectos del golpeo de uno y otro fue evidente en favor del retador que poco a poco, tomando más confianza en sí mismo, dándose cuenta que los impactos del campeón no lo lastimaban, fue asumiendo el mando, pero sin excederse, sin perderle el respeto e Vargas que no dejó de lugar y de soltar las manos sobre su desafiante.
La sufrida epidermis del “Bandido”, herencia de sus peitos previos con Orlando Salido y Takashi Miura no pudo más y dejó salir sangre a partir del primer tercio de la pelea y en ello se le fue la pelea, el invicto y el título.
Ya para la segunda mitad de la pelea, con el pleito ya del lado de Berchelt, pero con un “Bandido” que parecía más retador que campeón y con un retador que lucía más como monarca, pero haciendo mejor las cosas, el panorama pareció irse despejando y en favor del desafiante.
Golpeando a la distancia, dándose de momento sus pausas, el “Alacrán” no perdió la concentración, no se avorazó y castigó a la cabeza, abriendo más la herida y causando otra que convirtió el rostro del “Bandido” en una superficie hemática por el ya profuso sangrado que evidenciaba.
Así, el réferi Raúl Caiz requirió de manera repetida la intervenciòn del réferi que, a pesar de lo aparatoso de las heridas lo dejó seguir, hasta que el sangrado resultó imparable por momentos.
Bajo esta tónica llegó el round 11 en el que entero, con el rostro limpio, tranquilo, Berchelt logró una ofensiva en la que persiguió de un lado del ring a otro al campeón que al no rendirse, pero ya a punto de caer y sangrante, herido, fue salvado por el réferi.
La celebración llegó enseguida con Berchelt, fiel a su costumbre, de subir al vértice de las cuerdas y celebrar, mientras era cargad sobre el ring por su equipo de Max Boxing y felicitado por su apoderado Mario Abraham Xacur y su también representante y presidente de Zánger, Fernando Beltran Rendón.
Berchelt, tras su triunfo glorioso de esta noche, fue llamado por los presentadores de la empresa HBO, como la nueva estrella de las 130 libras y vaya que mereció ser calificado de esa manera no sólo por lo contundente inobjetable de su victoria, sino por la manera inteligente y plena de clase con la que lo hizo.
El regreso del nuevo campeón a su tierra está programado en breve y se espera haya una fiesta en su honor en su natal Cancún, Quintana Roo.