El conflicto magisterial que hoy afecta a Quintana Roo es inédito en la historia del estado. Nunca antes los estudiantes quintanarroenses se habían quedado fuera de las aulas, como consecuencia de una inconformidad que no encuentra justificación, porque las circunstancias que la generaron fueron atendidas y resueltas por el gobierno de Roberto Borge.
En lugar de desarticular su movimiento, una vez que les resolvieron sus quejas a nivel local, los profesores lo fortalecieron y declararon paro total de labores, buscando bloquear la reforma educativa del gobierno de Enrique Peña Nieto.
Preocupa, por un lado, el futuro del aún naciente ciclo escolar, pero también la actitud violenta que se ha ido incubando entre los profesores quintanarroenses que están en paro. Tal vez actúan imitando la cerrazón y tradición violenta de sus compañeros de Oaxaca o, quizá, han sido infiltrados por activistas de éstos, al percatarse ellos de que la importancia de Cancún puede dar resonancia internacional a su injustificable protesta.
Han bloqueado el aeropuerto de la ciudad de México, ocasionando con ello contratiempos y serias afectaciones económicas a la capital mexicana. Y tienen en la mira a la segunda terminal aérea más importante del país, el de Cancún y por eso los gobiernos federal y estatal ya tomaron medidas preventivas.
La intolerancia y cerrazón al diálogo de los profesores en paro, que se demuestra con la agresión del viernes pasado a la comitiva del Gobernador, no corresponde a la tradición pacifista del magisterio quintanarroense, que a lo largo de los años ha logrado beneficios justamente por medio de la vía que hoy rechazan de manera abierta, el diálogo.
Laura Ancona encabezó a principios de los 90 un movimiento que apenas duró unos cuantos días. Al margen de los liderazgos formales de aquellos tiempos, ella encabezó protestas para exigir mejoras salariales y vivienda. Ambas demandas fueron atendidas y desde entonces los profesores tienen prioridad para que el Fovissste, que tradicionalmente tiene un rezago en la atención de las solicitudes de los burócratas, les apruebe sus créditos.
Pero lo que ahora exigen los mentores es que la educación en Quintana Roo y México siga estancada, beneficiando solamente a quienes hoy los arengan y que con las reformas perderán sus canonjías, que hoy representan un “boquete” financiero en el sector educativo.
Luego de encabezar las protestas de principios de los 90, Laura Ancona fue la primera directora de Educación en el ayuntamiento Benito Juárez. Obtuvo un beneficio político, pero ayudó a resolver demandas justas.
Quienes lideran el conflicto de hoy no buscan resolver nada. Sólo defienden sus intereses y usan a los profesores de bien como carne de cañón.
Platea
En el sindicato de taxistas “Andrés Quintana Roo” hay una creciente inconformidad entre socios y “martillos”, debido a que hay atrasos en el pago de los fondos de defunción. Ojalá esa molestia sea atendida con prontitud y no se convierta en una bomba de tiempo para los líderes de la agrupación.
Twitter: @JulioCsarSilva