La carretera Escárcega-Chetumal quedó nuevamente abierta a la circulación de vehículos, luego de que fueron reparados los daños causados por las corrientes de agua e intensas lluvias que dejó “Cristóbal” en el sur del Estado, donde, sin embargo, el caudal del río Hondo se mantiene en seis metros y decenas de comunidades en Othón P. Blanco, Bacalar y Felipe Carrillo Puerto siguen bajo el agua e incomunicadas.
En primera instancia, la delegación de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) confirmó que el tramo km 189 de la carretera Escárcega-Chetumal ya está libre de agua y fueron reabiertos los dos carriles, aunque se recomienda transitar con precaución.
Como informamos, las lluvias que ocasionó “Cristóbal” afectó tanto puentes como tramos carreteros, dejando aislado a Quintana Roo por el deslave de un nuevo tramo en la vía Escárcega-Chetumal.
Después de trabajos por más de 48 horas, la SCT confirmó la reapertura de este importante paso terrestre por el tema comercial y de transporte con Campeche.
En tanto, la Armada de México, Ejército Mexicano personal de Protección Civil mantienen un puente aéreo y realizan sobrevuelos y recorridos por comunidades de los dos municipios incomunicados en apoyo a las familias damnificadas.
Adrián Martínez Ortega titular de Protección Civil estatal comentó se realizan nuevos sobrevuelos, ya que en las últimas horas en La Unión el caudal del río Hondo, frontera natural con Belice, se mantiene en 6 metros de altura, lo que afectó a más de 70 familias.
En Bacalar, helicópteros de la Armada entregan despensas y botellas de agua purificada a las comunidades de Andrés Quintana Roo, Colonia del Valle, Huatusco, Payo Obispo y Nuevo Progreso.
En Othón P. Blanco, también se instaló otro puente aéreo, ya que hay varias poblaciones incomunicadas, como San Pedro Peralta, a donde se llevaron 268 despensas; Limonar, 70 y Cedral, 111. En Ucum, por vía terrestre también se apoya a los habitantes con agua, colchonetas, cobertores y despensas.
En el caso de Felipe Carrillo Puerto, habitantes de la comunidad de Naranjal Poniente han quedado nuevamente bajo el agua y solicitan apoyo, ya que llevan varios días con esta problemática que ha generado no solo preocupación, sino también pérdidas.