Ciudad de México.- La crisis sanitaria actual representa un gran reto para el país; sin embargo, también brinda la posibilidad de una gran transformación para construir el legado de un México más incluyente, con menos pobreza y con mayor igualdad de oportunidades, previó el Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY).
En un comunicado, esa instancia señaló que la crisis por el coronavirus hace pronosticar una crisis, no sólo de salud, sino económica y social que podría llevar a 21 millones de mexicanos más a caer en la pobreza.
El CEEY, junto con un grupo de especialistas, informó que elaboró el documento Hacia un plan integral para atender las consecuencias económicas de la pandemia del coronavirus en México.
Su objetivo, explicó el texto, es proponer acciones coordinadas entre el gobierno, las empresas y los organismos sociales, para lograr una recuperación de la economía en 2021.
El documento analiza el panorama de la pandemia y advierte que las consecuencias en materia económica se resentirán en el corto plazo.
La crisis actual, agregó, demanda acciones inmediatas y radicales, pero, al mismo tiempo, fundamentadas y responsables.
Dijo que no hay lugar para la inacción y ante una situación económica inédita, el Estado debe ir más allá de la ortodoxia monetaria y fiscal que prevalece hoy.
El documento propone una serie de medidas para el Sistema de Salud y para la economía.
En particular, para esta última, prevé que se caracterice por niveles muy altos de pobreza y de informalidad laboral.
Al mismo tiempo, y en lo que se refiere a la economía formal, también emitió las siguientes recomendaciones:
Para el Sistema de Salud: Reasignar los recursos para medidas preventivas en los estados con población más vulnerables en términos de salud. Asimismo, requiere fortalecer el Sistema de Salud en las entidades que cuentan con menores recursos para este.
Para la población en pobreza y el mercado informa: Ampliar de manera temporal los programas de transferencias, ampliar créditos a la palabra y crear programas de empleo local de emergencia.
Para el mercado formal: Realizar transferencias monetarias a los trabajadores desempleados, otorgar créditos fiscales y del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) a las empresas.
Asimismo, subsidiar temporalmente a empresas formales, dar un subsidio fiscal único a personas físicas, otorgar créditos blandos a Mipymes y promover esquemas de renegociación de deuda de deudores del sistema financiero.
Recursos requeridos: Estimó que, al menos, se requiera y sea posible movilizar recursos hasta por 2.2 % del PIB mediante endeudamiento y otros mecanismos de financiamiento.
Mecanismos de implementación: Es necesaria la unificación depuración y fortalecimiento de padrones de beneficiarios y programas sociales, registro de contribuyentes, registro del IMSS y buró de crédito. Deben participar de manera coordinada las diferentes autoridades del país.
Finalmente, estableció que una vez superada la crisis sanitaria y económica, es urgente implementar una reforma a la hacienda pública, no sólo para reponer los recursos utilizados, sino también, para alcanzar una seguridad social universal, unificada y de calidad.