Chak Mex y la profecía de la cárcel

Por Jorge González Durán | La jiribilla

Estaba tomando un café con Wendy una tarde con el frescor de la brisa de otoño en el café Lued de la avenida Tulum de Cancún.

La conversación nos llevaba de un tema a otro como suele suceder cuando dos amigos se reúnen para disfrutar el fluir del tiempo.

En un atajo de la plática Wendy me dice en voz baja: “una persona de la mesa de atrás le esta mirando con insistencia”.

Yo volteo a ver y me topo con un rostro conocido. Lo saludo con la mano y él se levanta y con una sonrisa se acerca a mi mesa. Lo invité a sentarse y me dice: “soy Chak Mex”.

No tenia que presentarse porque lo reconocí al instante. Conocí a su abuelo Fernando Esquivel Montaño y a su tío Francisco. Su abuelo era un comerciante respetado por los mayas de la zona, a quienes surtía de coas, machetes, sabucanes, telas de manta cruda, alpargatas, botas, sogas y todo lo necesario para el trabajo de la chiclería.

Don Pancho, su tío, fue concesionario forestal y tenía sembradío de pimienta y de achiote. Vivió con su familia largo tiempo en Veracruz y en la ciudad de Mèxico. Tenia amistad con Fernando Gutiérrez Barrios.

Los hermanos Fernando y Francisco Esquivel Montaño eran de raigambre cozumleña.

Su papá, Francisco Esquivel Martín, era un ingeniero civil con estudios en la ciudad de Mèxico, en Monterrey y en Estados Unidos.

Después de un tiempo de ejercicio profesional en la ciudad de Mèxico, regresó a Carrillo Puerto donde administró el Hotel Esquivel cuya segunda planta estaba constituido de maderas tropicales , y fue delegado de gobierno. Fue el principal coleccionista de las obras pictóricas del maestro Jorge Antonio Corona.

Chak Mex fue uno de los más entusiastas partidarios de Carlos Joaquín González en la campaña por el gobierno del estado en el 2016. Recorrió casi todos los pueblos y rancherías del municipio de Felipe Carrillo Puerto como candidato a diputado local de la alianza PAN-PRD, de la que Carlos Joaquin era candidato a gobernador de Quintana Roo.

Ganó la diputación de manera contundente y fueron miles de votos los que aportó para que Carlos Joaquín llegara al gobierno del estado. De hecho él, en su calidad de presidente del Congreso local le tomó la protesta.

Cuando concluyó su gestión como diputado se postuló para la presidencia municipal de Carrillo y, como era de esperarse, ganó sin problemas. Su gestión tuvo claroscuros, pero en general conservó un buen grado de aceptación ciudadana. Sin embargo, cuando quiso reelegirse el gobernador le puso un alto.

-¿Que pasó? -le pregunté.
-Carlos Joaquín me dijo que la alianza PAN-PRD-PRI no me iba a postular. Entonces le dije que buscaría otra opción política. Cuando escuchó esto se paró y golpeando el escritorio me amenazó: “Que no se te ocurra eso porque te meto a la cárcel”.

-Y te hiciste a un lado.
-Si, entonces ingenuamente apoyé a la candidata de Morena.

-Fuiste ingenuo ?
-Si. Porque después me di cuenta que ella era la verdadera candidata de Carlos Joaquín, que ya tenía tratos con Morena.

José Esquivel Vargas -Chak Mex- se despidió. Era octubre de 2021. Tres años después el PRD lo postuló como su candidato a la presidencia municipal de Carrillo Puerto y empezó a recorrer los poblados y ejidos del municipio.

Su candidatura prendió. Pero antes de las elecciones fue encarcelado y estuvo impedido de competir. La candidata substituta estuvo a punto de ganar, a pesar de todo.

La amenaza de Carlos Joaquín de encarcelarlo se cumplió tres años después. Chak Mex salió libre hace unas semanas.

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