Los Chargers de San Diego se mudarán a Los Angeles, donde se sumarán a unos Rams que regresaron esta temporada al segundo mercado mediático más importante de Estados Unidos, y que tendrá dos equipos de la NFL por primera vez en décadas.
El director de la junta del equipo, Dean Spanos, hizo el anuncio el jueves en una carta publicada en la cuenta de Twitter de los Chargers.
“San Diego ha sido nuestro hogar durante 56 años. Siempre será parte de nuestra identidad, y mi familia y yo tenemos una enorme gratitud y aprecio por el respaldo y la pasión que nuestros fanáticos nos otorgaron durante los años. Pero hoy pasamos la página y comenzamos un nuevo y emocionante capítulo como los Chargers de Los Angeles”, escribió Spanos en la carta.
La decisión de los Chargers se produce menos de tres meses después que los residentes de San Diego rechazaron una propuesta patrocinada por el equipo para recaudar 1.150 millones de dólares en impuestos hoteleros para financiar la construcción de un estadio y centro de convenciones por 1.800 millones.
Con la mudanza, los Chargers dejan atrás una fanaticada leal que apoyó a jugadores como Dan Fouts, Charlie Joiner y Kellen Winslow en la década de los 70 y 80, y a Junior Seau, Stan Humphries y Natrone Means en el equipo que perdió el Super Bowl de 1994.
Los Chargers podrían alquilar el estadio que se construye en Inglewood para los Rams, si es que utilizan esa opción. De lo contrario, los Raiders de Oakland tendrían la opción de sumarse a los Rams en la zona de Los Angeles, aunque el dueño de los Raiders, Mark Davis, ha expresado su interés de irse a Las Vegas.
Desde hace año, la relación ha sido tensa entre los Chargers y el ayuntamiento de San Diego.
El alcalde Kevin Faulconer creó un grupo especial en 2015 para buscar una solución a la situación del antiguo estadio Qualcomm, pero los Chargers estuvieron en desacuerdo con sus recomendaciones y abandonaron las negociaciones con la ciudad y el condado. Faulconer se reunió hace poco con Spanos, y ayudó a conseguir un paquete de 375 millones de dólares con dinero de la ciudad, el condado y la universidad San Diego State, que también juega sus partidos de fútbol americano en Qualcomm.
Los Chargers tienen que hallar una sede temporera en Los Angeles, ya sea el Coliseo de la ciudad o el estadio Stubhub! en Carson, el hogar del Galaxy de Los Angeles de la MLS y con capacidad para 27.000 espectadores.
San Diego obtuvo la opción de mudarse a Los Angeles después que los dueños de equipo rechazaron una propuesta para que los Chargers y Raiders compartieran un estadio en Carson, y en cambio aceptaron el plan de los Rams para construir uno en Inglewood. Los dueños otorgaron a los Chargers y Raiders 100 millones de dólares adicionales para tratar de conseguir acuerdos para permanecer en sus respectivas ciudades.