Antes de que Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, confirmara su visita a Taiwán, el presidente de China, Xi Jinping, había lanzado una advertencia a su homólogo Joe Biden: “Los que juegan con fuego morirán por él”.
El pasado 29 de julio, el presidente de China amagó con una posible división de las dos mayores economías del mundo, razón por la que empresarios y economistas “entraron en shock” ante la política industrial de Beijing y por las restricciones de Washington a las exportaciones tecnológicas, lo cual perjudicaría a la economía global al ralentizar la innovación e incrementar los costos.
Sin embargo, pese a las advertencias, Pelosi viajó el pasado martes a Taiwán en un jet de pasajeros de la Fuerza Aérea y se convirtió en la funcionaria estadounidense de más alto rango que visita la isla en los últimos 25 años.
Tras darse a conocer la noticia, China anunció la realización de maniobras militares en represalia, mientras funcionarios taiwaneses le daban la bienvenida y ella se dirigía a su hotel.
La razón por la que la visita de la legisladora elevó las tensiones entre China y Estados Unidos es porque Beijing reclama Taiwán como parte de su territorio y considera que las visitas de funcionarios extranjeros constituyen un reconocimiento a la soberanía de la isla autónoma.
El presidente Joe Biden intentó tranquilizar la inconformidad de Beijing insistiendo en que no hay cambio alguno en la postura de Estados Unidos sobre la “política de una sola China”, que reconoce a Beijing, pero permite tener relaciones informales y de defensa con Taipéi.
No obstante, China dio a conocer este 3 de agosto que bloqueó la importación de cítricos y pescado de Taiwán en represalia por la visita de la legisladora estadounidense Nancy Pelosi, pero evitó trastornar una de las relaciones de tecnología y manufactura más importantes del mundo.
El continente y la isla, divididos desde 1949 a raíz de una guerra civil, no tienen relaciones oficiales, pero sí mantienen lazos comerciales multimillonarios, sobre todo en la provisión de chips para las fábricas chinas armadoras de los teléfonos celulares y otros artefactos electrónicos que utiliza el mundo.
¿Cómo abordó China la visita de Pelosi a Taiwán?
Poco después de la llegada de Pelosi, China anunció una serie de operaciones y ejercicios militares. Antes había advertido que adoptaría “medidas resueltas y firmes” si Pelosi proseguía con la visita.
El Ejército de Liberación Popular dijo que las maniobras militares tendrían lugar en las aguas y el espacio aéreo cerca de Taiwán, y que incluirían el uso de munición de largo alcance en el estrecho de Taiwán.
La agencia noticiosa oficial china Xinhua informó que el ejército planeaba realizar maniobras que incluirían fuego de munición real del 4 al 7 de agosto en múltiples lugares. Una imagen difundida por Xinhua mostraba que las maniobras tendrían lugar en seis zonas en aguas alrededor de Taiwán.
El Ministerio de Defensa de Taiwán dijo a primeras horas del miércoles que China había enviado 21 aviones en dirección a la isla. El escuadrón incluía 18 cazas, un avión de alerta temprana y un avión para guerra electrónica.