Vladimir Putin logró este viernes el apoyo de China en los principales temas que avivan la crisis ucraniana y enfrentan a Rusia con los países occidentales, mientras se intensifican los esfuerzos diplomáticos europeos para evitar un conflicto.
Con motivo del encuentro entre el presidente ruso y su homólogo chino Xi Jinping en Pekín, los dos países publicaron una declaración conjunta criticando la influencia estadounidense y el papel “desestabilizador” de las alianzas militares occidentales, comenzando por la OTAN, en Europa y en Asia.
Rusia y China se opusieron “a cualquier ampliación futura” de la Alianza Atlántica, retomando la exigencia de Moscú para lograr calmar la tensión con los países occidentales por Ucrania.
Rusia ha desplegado decenas de miles de soldados en la frontera con su país vecino desde hace meses, lo que para los occidentales es una muestra clara de que hay un plan militar inminente.
Pero Rusia lo desmiente y se dice amenazada por la OTAN, a la que pide que no se amplíe, y por tanto que no incluya a Ucrania y se retire de la zona del este de Europa.
Estas demandas son inaceptables para los países occidentales.
Ofensiva diplomática
Desde Pekín, y poco antes del inicio de los Juegos Olímpicos de Invierno en la capital china, Putin aseguró que las relaciones con China viven un momento “sin precedente”.
Los dos países también defendieron este viernes la idea de “indivisibilidad de la seguridad”, en la que se basa Moscú para pedir que la OTAN salga de su zona, argumentando que la seguridad de unos no se puede lograr en detrimento de la seguridad de otros, pero olvidando el derecho de cada Estado, y por tanto de Ucrania, a elegir a sus aliados.
Los dos países también denunciaron la “influencia negativa de Estados Unidos para la paz y la estabilidad de la región Asia-Pacífico”.
Concretamente, mostraron su “preocupación” por la creación en 2021 de la alianza militar entre Estados Unidos, el Reino Unido y Australia, conocida como AUKUS.
En este contexto de crisis, Europa acelera su diplomacia.
Este viernes fue confirmada la visita a Moscú del presidente Emmanuel Macron, el próximo lunes, y del canciller alemán Olaf Scholz, el 15 de febrero. Los dos líderes europeos también viajarán a Kiev, el 8 y el 14 febrero, respectivamente.
Francia y Alemania fueron los dos mediadores del conflicto entre Ucrania y los separatistas prorrusos apoyados por Moscú.
“Hay varios temas en el orden del día. Antes de nada habrá conversaciones sobre las garantías en materia de seguridad” exigidas por Rusia, dijo el portavoz del Kremlin, refiriéndose a la visita de Macron.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, que también ofreció su mediación en la crisis ucraniana en una visita a Kiev, acusó el viernes a los países occidentales de “empeorar las cosas”.
Erdogan criticó especialmente el papel del presidente estadounidense Joe Biden, afirmando que “ha sido incapaz hasta ahora de mostrar un enfoque positivo en este proceso”.
“Rusia perdió esta partida”
Dirigiéndose también a Estados Unidos, el Kremlin pidió este viernes que no se dé crédito a acusaciones formuladas el jueves desde Washington, según las cuales Rusia estaría preparando un video de un ataque ficticio de parte de Ucrania para justificar una invasión.
“Les recomiendo que no crean a nadie en lo que respecta a estos temas, en particular al Departamento de Estado” norteamericano, dijo el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov, a la prensa.
Portavoces del Pentágono y del Departamento de Estado dijeron el jueves que tenían pruebas de que Rusia planeaba difundir videos falsos de un ataque de Ucrania para usarlos como pretexto para una invasión del país vecino. Pero no suministraron ningún documento que justificara estas afirmaciones.
Por su parte, las autoridades ucranianas se dijeron el viernes satisfechas por el apoyo occidental, que según ellas, permitió que la “estrategia de intimidación” de Moscú fracasara.
Esta semana, se han desplazado a Kiev dirigentes del Reino Unido, Polonia, Turquía y Países Bajos.
El ministro ucraniano de Relaciones Exteriores, Dmytro Kuleba, aseguró que “Rusia perdió esta partida”.
Este viernes, el gigante informático estadounidense YouTube cerró las cadenas usadas por los separatistas prorrusos del este de Ucrania, por “no respetar las reglas de la comunidad YouTube“.
Rusia es acusada de haber instigado este conflicto desde 2014, después de su anexión de la península de Crimea, y se calcula que unas 13.000 personas han muerto en los enfrentamientos desde entonces.