Un cono de helado es el postre perfecto en un día caluroso… hasta que comienza a derretirse en toda la mano.
Eso se acabó, ya que un grupo de científicos en Escocia asegura haber terminado con el problema.
Investigadores de las universidades de Edimburgo y Dundee han descubierto una proteína natural que se puede utilizar para crear un helado más resistente al calor.
La proteína se une al aire, la grasa y el agua en los helados, creando una consistencia suave que permanece congelada por más tiempo.
Y lo mejor, los científicos dicen que esto no afectará el sabor.
La proteína, conocida como BslA, se produce naturalmente en algunos alimentos y trabaja mediante la adhesión a gotitas de grasa y burbujas de aire, haciéndolos más estables en una mezcla.
Los investigadores de las dos universidades afirman haber desarrollado un método para producir la BslA y que esta tengan beneficios para la salud.
“Estamos entusiasmados con el potencial que este nuevo ingrediente tiene para mejorar el helado, tanto para los consumidores como para los fabricantes”, dijo el profesor Cait MacPhee de la Universidad de Edimburgo, quien dirigió el proyecto.
El descubrimiento tiene otros beneficios, por ejemplo, ayudar a que los helados y otros productos congelados sean fabricados con niveles más bajos de grasas saturadas, lo que significa menos calorías.
“Mediante el uso de esta proteína estamos reemplazando algunas de las moléculas de grasa que se utilizan actualmente para estabilizar estas mezclas de aceite y agua”, dijo MacPhee a la BBC.
Con este descubrimiento los camiones de reparto y los almacenes de congelación no necesitarían gastar grandes cantidades de energía para conservar el helado, lo que reduce los costos.
Además los científicos dicen que el nuevo ingrediente puede ayudar a evitar que se formen los cristales de hielo en el congelador.
Sólo hay un problema. Los investigadores estiman que el helado con esta proteína no estará disponible hasta dentro tres a cinco años.