Colombia está logrando un “progreso sustancial” en su intento de encarrilar de nuevo su estancado proceso de paz con la guerrilla de las FARC y espera tener pronto un nuevo acuerdo, afirmó el miércoles en Londres el presidente Juan Manuel Santos.
El país sudamericano está intentando salvar su largamente negociado acuerdo de paz, después de que fue rechazado por un estrecho margen en un referendo celebrado el mes pasado por los colombianos, que lo consideran demasiado indulgente con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), situación que sumió al proceso en la incertidumbre.
“Estamos logrando un progreso sustancial. En un futuro muy cercano tendremos este acuerdo y tengo el poder de implementar el acuerdo”, comentó el mandatario colombiano, de visita oficial en Reino Unido.
Algunas partes del acuerdo previo fueron rechazadas por la oposición liderada por el ex presidente Álvaro Uribe, como los apartados que prevén garantizar escaños legislativos a las FARC e inmunidad a sus líderes frente a posibles penas de cárcel.
La renegociación parece depender ahora de si las FARC aceptarán condiciones más duras, combinadas tal vez con menores exigencias de Uribe. Tras años de negarse a reunirse con los negociadores, el ex mandatario asegura ahora que está dispuesto a buscar una solución conjunta.
Santos también estimó que habría beneficios económicos significativos de un acuerdo de paz, que terminaría con décadas de agitación en Colombia.
Según el presidente, el proceso de paz impulsaría el crecimiento económico entre un 0,5 y un 1 por ciento anual, aunque precisó que “otras personas dicen que podría acercarse más al 2 por ciento”.