La semana pasada un grupo de manifestantes tomaron por la fuerza el Capitolio en Estados Unidos luego de que se anunciara la victoria de Joe Biden en las elecciones presidenciales. A partir de ello distintas plataformas digitales tomaron acciones con la intención de impedir ser un puente de comunicación que lleve a más movimientos violentos. Es el caso de Telegram que está eliminando algunos grupos públicos.
El próximo 20 de enero, Biden tomará protesta como el nuevo presidente de Estados Unidos y, para evitar ser partícipes de un posible conflicto social, muchas redes sociales están reevaluando sus políticas y prohibiendo cierto contenido. En el caso de la aplicación de mensajería Telegram ha tomado la decisión de eliminar una red organizada de cuentas administradas por neonazis y supremacistas blancos.
Telegram confirmó al medio TechCrunch que eliminó docenas de canales públicos debido a preocupaciones de que las cuentas incitaran a la violencia. “Nuestras condiciones de servicio prohíben expresamente las llamadas públicas a la violencia. En las últimas 24 horas hemos bloqueado decenas de canales públicos que expresaron llamadas a la violencia para miles de suscriptores”, dijo a TechCrunch el portavoz de Telegram, Mike Ravdonikas.
No obstante, algunos de los canales bloqueados todavía se podían ver a través de la versión web de Telegram.
Cuando se le preguntó si la eliminación de los grupos estaba relacionada con la toma violenta del Capitolio de Estados Unidos la semana pasada, Ravdonikas dijo que Telegram “examinará todos los informes entrantes” y que la compañía está “monitoreando de cerca la situación actual”.
La compañía confirmó que ya había observado anteriormente que varias cuentas promovían la supremacía blanca, la iconografía nazi y otras formas de extremismo, pero señaló que en los últimos días han ido en aumento.
Detallaron que las cuentas que están siendo eliminadas están relacionadas con diversos temas, entre ellos las conspiraciones a favor de Trump, como el supuesto fraude en las pasadas elecciones o la teoría de QAnon; también han encontrado contenido como guías de guerra de guerrillas y otros textos que los administradores proporcionaron a los usuarios a través de la función de archivos alojados de Telegram.
Además de evitar problemas y hacer valer su código de servicio, se dice que Telegram decidió actuar porque la activista Gwen Snyder declaró que durante años han estado rastreando los canales en la plataforma que incitan a la violencia y el racismo e informado sobre ellos, pero “Telegram no hizo nada”. Al parecer la acusación tuvo efecto y la empresa decidió actuar.
Reaccionan los afectados
Uno de esos grupos que fue eliminado lamentó las prohibiciones de Telegram en una publicación que mostraba una bandera nazi y la advertencia “no se puede matar una idea”. Cabe señalar que, antes de ser eliminado, ese canal contaba con más de 10 mil seguidores.
Asimismo, ante las acciones que está tomando la app de mensajería, muchos canales que promueven ideas extremistas, comenzaron a publicar cuentas de respaldo además de señalar a los suscriptores y a otros grupos en dónde podrían continuar reuniéndose.
Por otra parte, dado que muchos canales afectados culparon a Snyder por la situación, generaron una agresiva campaña de doxxing (práctica que consiste en difundir públicamente información privada sobre un individuo u organización) por lo que ahora está circulando en internet la dirección de su casa. Incluso, se identificó un canal que pide su muerte.