Cancún.- Al depender por completo de comisiones, vendedores de tours dicen no tener más opción que salir a la calle y tratar de convencer a los pocos turistas que quedan para que compren algún paseo, para así obtener algo que darles de comer a sus familias, a pesar del riesgo de coronavirus.
Vender un tour “se dice fácil”, pero es todo un reto, pues la afluencia ha bajado en un 95%, y la mayoría de las excursiones están canceladas.
Pablo Zúñiga, trabajador de la agencia Gran Día Tours, quien se instala en un stand en la avenida Tulum, indicó que de 39 actividades que ofrecían normalmente, la gran mayoría están canceladas, pero todavía les queda Isla Mujeres, un paseo en embarcación y un cenote.
“Lo bueno es que como hay muy poca gente, se van espaciados y con las medidas de higiene; por ello nos atrevemos a venderlos todavía”, indicó.
La poca gente con la que se topan dicen que ya están de salida, o bien que les cancelaron su vuelo y se extendieron en su estadía, por lo que no tienen dinero.
“Pero si hay posibilidades de sacar algo, hay que hacerlo, pues somos comisionistas al 100%, y los principales afectados ahora somos nosotros”, indicó.
En otro stand, perteneciente a la misma empresa, Carlos Domínguez Sánchez, comentó inicialmente que la contingencia sanitaria “no es nada del otro mundo”, pues con 30 años de antigüedad en Cancún ha pasado por múltiples situaciones similares y siempre se sale adelante.
Sin embargo, luego confesó que aunque se ha vivido momentos estrechos, por huracanes o el AH1N1, nunca lo había visto tan grave como ahora.
“La gente en Cancún vive del turismo, no hacemos otra cosa, pero ya no hay turistas”, lamentó. “Recibíamos de 50 a 100 personas por día, pero ahora casi nada. Los tours cancelaron, porque no les conviene pagarle a gente, si no hay turismo”.
Dijo tener esperanzas de que el Gobierno Federal decrete alguna medida de ayuda para gente cuyo ingreso depende del turismo, como él. Sus hijos, comentó, ya están grandes, pero también dependen de esta actividad.
“Los hoteleros ahora se andan quejando, pues quieren dinero, pero ellos bien podrían sacar algo de toda la comida que tienen guardad ay hacer un comedor comunitario; nos iríamos a sus estacionamientos y así ellos recibirían un apoyo”, postuló como solución el cancunense.
Dijo saber que se recomienda aislamiento y si el gobierno los obliga a hacerlo, tendrá que acatar, pero por ahora “es fácil decir que te quedes en tu casa, pero, ¿qué hacemos?, tenemos que comer.
“Estamos entre la espada y la pared, y así como nosotros hay mucha gente que vive al día. Prefiero enfermar, que quedarme a morir de hambre en mi casa”, concluyó.